A falta del debate semanal de ‘Gran Hermano del Pacífico’, la primera semana del reality deja algunas cosas en la retina. Mientras en Ecuador, Telesistema le da al programa  un toque inofensivo, casi “familiar”, en Perú y Chile directamente se busca lo más escabroso.

En Telesistema es el flirteo entre José Luis y Liliana, que no pasa a nada. En Chile es el topless de la esmeraldeña Jéssica Angulo. Que en realidad fue un sacarse la parte superior del bikini mientras tomaba la ducha diaria… pero la prensa sensacionalista de Chile convirtió el hecho casi en un asunto de honor nacional:
“los chilenos siempre se han destacado en los realitys, hasta ahora” “¿por qué las chilenas no son tan audaces?” se preguntaban. Con lo cual queda revelado que en todas partes, el “show” puede afectar el funcionamiento de las neuronas.

A esta edición de ‘Gran Hermano’ tampoco parece acompañarle la audiencia.
Como los ratings son un secreto de Estado de los canales (la empresa que los realiza no los puede divulgar públicamente), no sabemos cuántos televidentes ha logrado captar. Pero hay un medidor bastante fiel del interés que despierta un reality: la actividad en los “blogers”. Si se consulta el buscador especializado Technorati, ‘Gran Hermano del Pacífico’ apenas ha sido mencionado en ocho blogs, de ellos dos ecuatorianos: uno, Diario del Ecuador, que es un resumen de prensa, y otro, el de una adolescente bastante crítica, Danna Hanna. Nada del interés y debate que se generó la vez anterior. Al parecer el televidente ecuatoriano ya se curó de espantos. Aunque en estas cosas, no hay como dar nada por sentado; quizás más adelante la situación cambie.

Publicidad

Pero hay cosas que no ayudan. La producción es de medio pelo. De acuerdo, se construyó un “set” (la casa) de lujo, pero en adelante ha sido fallo tras fallo: el estreno con sus problemas de audio no pudo ser peor. Las conversaciones son inaudibles. Si se sintoniza en la madrugada, el audio tiene desfases increíbles: se enfoca a un grupo de los convivientes y se oye la conversación de otros,  la voz del ‘Gran Hermano’ no puede ser menos convincente. Y de los animadores ni hablar: una modelo venezolana en el caso ecuatoriano (¿No lograron encontrar a nadie del país adecuada para el trabajo?), mientras que el chileno y el peruano son… bueno, al nivel de los comentarios sobre el topless.