Con mucha sorpresa he leído en los diarios el veredicto de inocente con el que han premiado a Michael Jackson.

Después de tantas pruebas de abuso sexual a niños, no pudieron probarle nada en su contra a este ídolo de barro, porque culparlo hubiera sido ir en contra de ellos mismos, de un ídolo creado por ellos, por el marketing sin valores, y lanzado mundialmente como uno de los grandes representantes de la música contemporánea.

Muchas son las formas de abuso sexual que se puede perpetrar contra un niño, y no es entonces necesario un acto sexual explícito para considerarlo como tal.

Publicidad

Yo creo que solo el hecho de que haya aceptado que le gustaba dormir con niños, ya es un crimen que merece castigo, porque no sabemos las caricias a las cuales habrían sido sometidos esos menores, quizás muchas veces bajo la influencia de drogas o licor fueron víctimas de ataques que no podrán recordar y por eso no pueden acusarlo; y hasta muchas veces lo defienden gritando a los cuatro vientos que es el ser más maravilloso del mundo, deslumbrándolos con su riqueza y mundo de fantasía con los que se rodea para sentirse alguien superior.

Pero, ¿cuál hubiera sido el veredicto si el acusado fuese un pobre ciudadano común y corriente, sin ningún poder económico, sin influencias, que no tenía de su lado a gente famosa y a los medios de comunicación que desplegaron campañas publicitarias increíbles para subir sus ratings de sintonía?

Lo que hubiera ocurrido es que ni nos habríamos enterado que existía ese ser, y ya se imaginan cuál hubiera sido el veredicto.

Publicidad

A nosotros nos tildan como uno de los países más corruptos entre los demás, y lo peor de todo es que las grandes potencias con el poder económico que tanto necesitamos, quieren siempre llamarnos al orden e interferir en nuestro país, cuando primero deberían hacerlo en sus propias casas enseñando valores éticos y principios morales que tanta falta les hace.

Dra. Marcela Yépez Intriago
Guayaquil