La organización pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI) condenó ayer la decisión de Estados Unidos de ampliar el campo de detención que mantiene en la base naval de Guantánamo, Cuba, y pidió el cierre de lo que considera un centro de tortura y maltrato.

Según medios de comunicación estadounidenses, el departamento de Defensa planea la construcción, a cargo de la empresa Halliburton, de una nueva unidad de detención con capacidad para 220 prisioneros y una valla de seguridad valoradas en más de 30 millones de dólares.

“Es una decisión errónea y atizará la preocupación mundial sobre las noticias de tortura, maltrato, humillación religiosa y detención arbitraria que salen de allí”, afirmó AI en un comunicado.

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El grupo Halliburton fue hace poco acusada de la sobrefacturación de sus  servicios en las operaciones militares en Medio Oriente, escándalo que involucró al vicepresidente de EE.UU., Dick Cheney.