El número de niños inmigrantes se incrementó en el 17% para el nuevo año escolar, según los datos de las matrículas realizadas a inicios de este mes en Asturias.

La matrícula de inmigrantes crece el 17% y se sitúa por encima de 3.200 escolares y la Consejería augura un mayor crecimiento para el próximo curso, debido al flujo migratorio, publicó ayer el periódico La Nueva España.

Mientras el año pasado el número de escolares extranjeros era de 2.749 alumnos  inscritos, ahora son 3.238. Este incremento, aunque significativo, no es tan relevante como el que la Consejería de Educación pronostica para el próximo año como consecuencia de las reunificaciones familiares que se avecinan por los procesos de regularización de inmigrantes, señala el medio.

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Según los últimos datos, siete de cada diez escolares inmigrantes pertenecen a países sudamericanos y entre los extranjeros es evidente el marcado acento latino y una ventaja con respecto a la minoría de escolares procedentes de países de habla no hispana.

La Administración asturiana señala que tras superar un proceso de adaptación, los niños inmigrantes no plantean problemas de bajo rendimiento.

Sin embargo, unos 455 alumnos han necesitado de apoyo adicional en programas de inmersión lingüística para alcanzar el nivel de sus nuevos compañeros. La mayoría de los destinatarios eran niños del Magreb, subsaharianos o chinos, señala La Nueva España.

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Mientras, en Oviedo y Gijón se concentra el 70% de la población escolar inmigrante. De ellos 2.565 (79,2%) acuden a la escuela pública y 673 (20,8%) a la concertada (semiprivada).

El asesor de comunicación compensatoria de la Consejería, Jorge Santomé, afirma que hay un desequilibrio entre la matriculación de inmigrantes y el peso real de la red concertada, que representa el 30% de la población escolar global.

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Según Santomé, en la inscripción prima la variable de la proximidad del domicilio y en los barrios periféricos en los que vive la mayoría de emigrantes hay más centros públicos.

El funcionario agrega que en Asturias solo hay dos colegios públicos de Primaria que superan un tercio de alumnos foráneos, aunque recuerda que en ningún centro hay problemas: “Al hablar de inmigrantes no hablamos de problemas, sino de enriquecimiento cultural y de retos; además, hemos comprobado que, una vez superado el proceso de adaptación, los inmigrantes no plantean problemas por absentismo o por bajo rendimiento escolar”.