Mientras en la secretaría de Estado de Seguridad española se estudia el planteamiento para que los inmigrantes no comunitarios puedan ejercer como guardias privados, las compañías de seguridad interesadas en la petición destacan la importancia de cumplir con los requisitos.

En el caso de los inmigrantes, la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser) señala que entre los criterios de admisión deberán tomarse en cuenta los papeles en regla de la  estadía legal, permanecer en España un mínimo de dos años, la ausencia de antecedentes penales. Además de cumplir los requisitos que exige la ley, entre ellos: aprobar un curso de 180 horas de capacitación y superar exámenes de habilitación física.

Los guardias privados están facultados para realizar el control de identidad, están dotados de una placa con un número personal asignado por la Policía, y tienen un salario que supera los 1.200 euros ($ 1.452), al margen de las horas extras, estatus aceptable y estabilidad.

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Fuentes de Aproser hicieron hincapié en la contradicción que supone tener inmigrantes en el Ejército, pero no en la seguridad privada. “Si el Ministerio del Interior acepta la propuesta, muchos inmigrantes querrán trabajar como vigilantes”, dijo a El Periódico Alfonso Tomás, presidente de Aproser.