Las autoridades iraquíes no descartan conceder una amnistía a los rebeldes que depongan las armas, para intentar poner fin a los ataques contra las fuerzas de seguridad.

“Puede ser que perdonemos a todo grupo armado que quiera dejar las armas e implicarse en la política”, dijo Abdel Karim al Anzi, secretario para seguridad interior.

Ayer, 6 soldados estadounidenses y 46 iraquíes, 23 de ellos soldados –en un ataque  suicida en una base militar en Bagdad–, 8  policías y unos 15  civiles, entre ellos 2 niños, murieron por coches bomba.

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Algo más de 1.700 militares  de EE.UU. ha muerto en Iraq desde el inicio de la invasión, en marzo del 2003. Mientras, fuerzas de ese país arrestaron a Mohamed Jalaf Shikara, de la cúpula de Al Qaeda, según militares de EE.UU..