Al menos 36 iraquíes murieron en varios atentados en Iraq, incluyendo dos en Bagdad y otro contra una base militar, mientras se dio a conocer que cientos de insurgentes caídos en Iraq no son iraquíes, sino árabes de otros países.

Mientras el rehén australiano Douglas Wood recobró su libertad al ser  descubierto por casualidad en una operación militar dirigida por iraquíes y  norteamericanos.