Creemos que los artistas (los creadores) deben ir hacia un plano superior en sus contiendas y sus reclamos a los altos poderes.

Está bien, creemos de nuevo, que rivalicen entre ellos y que hagan exigencias a las instituciones que comandan los asuntos relacionados con el arte y les presionen por más acciones, y que estas a su vez se defiendan. Esta en definitiva, es “la democracia” y algo se sacará en blanco, algo quedará en blanco y sin mancha de los bandos en pugna.

Es necesario que se expongan los puntos de vista en una esfera valiosa de la cultura, porque el arte y los artistas son parte fundamental de ella, los intelectuales en general que tienen a la creación en su punto de mira. Lo que no lo criticamos, mas nos parece que sí son parte fundamental de la cultura, son parte de la sociedad, de lo que ocurre en su país, de su pueblo, de todas sus angustias.

Publicidad

Por lo tanto ellos, la gente más sensible, deben sufrir por esa criminal distribución de la riqueza, por ese cuadro de miseria y hambruna de tantos. Y, entre nosotros, en este circo de intereses, prebendas, componendas, odios, etcétera, dejar oír su voz fuerte y, es claro, sin por eso debilitar su arte o cambiarlo si así lo desean. Una intervención directa, franca y valerosa de los artistas haciendo ver el pantano en que vivimos, se impone, causaría revuelo, sería algo diferente que señala y acusa por sobre los desacuerdos que puedan existir, nadie dudaría de esa voz.

“Ser culto es el único modo de ser libre”, y también anota Martí que “primero la justicia, después la belleza”, y por ahí se concluye: “el campo de los conocimientos, de la cultura y el arte, en todas sus expresiones, incluida una esmerada educación ética, estética y solidaria, una vida espiritual plena, socialmente y físicamente saludable, sin lo cual no podrá hablarse jamás de calidad de vida”.

Luis Martínez
Guayaquil