Nuestra célula cívica revisó el tema de la democracia y fueron claves las guías del expositor que, citando a los Toffler, M. Hardt y A. Negri, nos dijo, entre otras cosas:

- La diversidad de intereses y la falta de una verdadera democracia han vuelto inmanejables las naciones.

- Hay caudillos que afirman que es imposible gobernar un país con tantos partidos políticos y piden reducir su número para no tener que negociar con tantos.

- Sin embargo, el problema no está allí sino en la falta de democracia en esos partidos, donde sus integrantes se subordinan al líder, quien decide y reparte privilegios.

- La sociedad masificada está en crisis por la postmodernidad y la insurgencia de las minorías en la política.

- El caos que percibimos es solo el cambio hacia formas distintas de vivir y de organizarse de la sociedad.

- Por la creencia de la victoria de la mediocridad y de la falta de principios para lograr tener éxito en la vida, surgen nuevos conceptos y la humanidad se descompone.

- Entonces es necesario construir una democracia que enfrente, con todas las instituciones, organizaciones y poderes alternativos, la capacidad destructiva de quienes privilegian sus intereses sobre los pueblos, naciones o ambientes naturales.

- La respuesta a la crisis es una transición hacia el fortalecimiento de los poderes locales, el desarrollo de la libertad de comunicación y la educación cívica y política.

Entonces nos planteó: ¿Cuál debe ser esa democracia? Y su respuesta fue: La democracia de las minorías. Lo que resultó interesante para quienes no la conocíamos.

Nos recordó que originalmente la democracia era directa, esto es, que todos los considerados ciudadanos tomaban las decisiones por mayoría y que en el Estado moderno la democracia es representativa, porque el pueblo encarga a sus elegidos el poder para legislar, gobernar, juzgar y controlar.

Ahora, con el desarrollo de nuevas tecnologías, es factible pensar otra vez en la democracia directa, a través de foros, discusiones y consultas.

Mientras regresamos a la democracia directa, podríamos disfrutar de la semidirecta: una transición desde la dependencia de unos representantes hacia nuestro propio accionar.

Para esta democracia semidirecta, de minorías o de consensos se necesita:

- Construir fuerzas alternativas de poder real sobre la alianza de minorías con un ideario ético democrático, solo posible por consensos que representen intereses compartidos.

- Tener muchos grupos que deseen diversas cosas, pues es más fácil negociar, cooperar y formar relaciones aceptables para todos los involucrados.

- Utilizar la fórmula Ganar-Ganar (de decisiones por consenso) o la de excluir una sola minoría, nunca mayor del 10%, en la toma de decisiones, debiendo considerarse siempre un fracaso no haber logrado el consenso.

Este sistema genera un mecanismo de aprendizaje colectivo, donde las diferencias no quedan en el olvido y siempre son motivos para corregir errores.

¿Qué le parece? ¿Avanzaremos hacia una mejor democracia? ¿Por qué?

¿Sería tan amable en darme su opinión?