Bolivia rechazó la decisión del Comité Ejecutivo de  la Organización Deportiva Sudamericana (Odesur), que resolvió retirar a La Paz  la sede de los VIII Juegos Deportivos Sudamericanos 2006, debido a la crisis social y política que sacude al país andino.

“Lamentablemente, la crisis de los últimos días ha derivado en una decisión  de este tipo. El compromiso boliviano para organizar los Juegos nunca ha sido  retirado”, afirmó el viceministro de Deportes, Félix Sandoval.

También el alcalde de La Paz, Juan del Granado, lamentó “esta decisión  cuando la ciudad y el país han resuelto sus problemas sociales”, tras un mes de  violentas protestas callejeras que derivaron en la renuncia del presidente  Carlos Mesa y en la asunción, en lugar de este, del titular de la Corte  Suprema, Eduardo Rodríguez.

Publicidad

El Comité Ejecutivo de Odesur decidió por unanimidad desplazar a La Paz  como sede de los Juegos a causa de “la crisis social e institucional” que vive  Bolivia y también por “una seria demora existente en la marcha de los trabajos  que debían ejecutarse” en la sede de La Paz, epicentro de la convulsión junto con su vecina de El Alto.

Tal determinación “se presenta en circunstancias que nada tiene que ver con  la organización” de los Juegos, que debían celebrarse en La Paz en el 2006, imputó  el presidente del Comité Olímpico Boliviano, Jorge España.

La posibilidad planteada por el Comité Ejecutivo de Odesur que Santiago de  Chile tome la posta de La Paz despertó susceptibilidades en la dirigencia  deportiva boliviana.

Publicidad

“Una mano negra, como la de Chile, se vio en estas circunstancias y contó  con el apoyo de malos bolivianos que han exagerado las justas demandas del  pueblo boliviano expresadas en los tumultos sociales que durante poco menos de  un mes paralizaron La Paz”, acusó el titular de la Federación Boliviana de  Atletismo, Juan Reyes.

La Paz había sido electa como sede de los Juegos Odesur el 8 de abril del  2003 y Santiago fue designada sede alterna en caso de emergencia.