Los trabajos de la II Cumbre del Sur, que celebra en Doha los 132 países del "Grupo de los 77 más China", han quedado suspendidos este miércoles en espera de la llegada de los Jefes de Estado y de Gobierno, que mañana se reunirán en el plenario.
 
Aunque en un principio se había anunciado la presencia de más de medio centenar de Jefes de Estado y de Gobierno, la Cumbre ha ido perdiendo fuelle y para hoy se tenían confirmados apenas una docena.
 
Ni tan siquiera la organización pudo confirmar las anunciadas presencias del primer ministro británico, Tony Blair, invitado en su calidad de presidente de turno del G-8 (los siete países más industrializados del mundo más Rusia), ni la del secretario general de la ONU, Kofi Annan, un habitual del Foro Económico Mundial, que se celebra anualmente en Davos.
 
La Cumbre, que se reanuda mañana aprobará una Declaración y un Plan de Acción que contienen la posición común de los 132 países que forman el G-77 y China.
 
Tanto la Declaración como el Plan de Acción apuestan por una mayor cooperación entre los países del sur y reclaman de los países industrializados el cumplimiento de sus compromisos sobre ayuda oficial al desarrollo, así como una "solución permanente" al problema de la deuda.
 
Otro de los asuntos a los que se dedica gran atención en los dos documentos es la reforma de la ONU, a la que el G-77 y China quieren colocar "al frente de la batalla del desarrollo", como han señalado algunos de los intervinientes hasta ahora en la Cumbre.
 
La reunión de los Jefes de Estado y de Gobierno se prevé tranquila, toda vez que ambos documentos tienen el visto bueno de los expertos y los ministros de Asuntos Exteriores de los 132 países.