En la primera reunión se analizó la elección de los otros dos miembros para la comisión.

Carlos Estarellas Merino y Bolívar Torres, dos de los cuatro vocales del Comité de Calificación, iniciaron ayer las gestiones para designar a los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

En una sesión reservada analizaron la elección de los otros dos integrantes para el organismo, indispensable para continuar con el proceso.

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Estarellas prometió resolver el conflicto entre los grupos de DD.HH. y de los tribunales de honor hasta el jueves próximo.

En forma reservada iniciaron ayer su trabajo Carlos Estarellas Merino y Bolívar Torres, dos de los cuatro vocales del Comité de Calificación que deberá elegir a los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

“Se comprenderá que estamos debatiendo, negociando un tema. La negociación no funciona con las veedurías y con la prensa ahí”, dijo Estarellas justificando la sesión reservada que iba a analizar la elección de los otros dos integrantes para el organismo.

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Esto ocurrió pese a la disposición transitoria tercera de las reformas a la Ley Orgánica de la Función Judicial, establece que “se permitirá sin restricción el acceso a la ciudadanía, veedurías y medios de comunicación. Quien así lo desee tendrá libertad de grabar la sesión”.

La reunión estaba prevista para resolver la pugna existente entre los dos candidatos por los organismos de derechos humanos, así como de los tribunales de honor de los colegios de abogados.

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Según Estarellas, la prensa estará debidamente informada sobre los resultados de los encuentros y para el efecto se resolvió, junto con el vocal Bolívar Torres, recibir a sus representantes todos los días a partir de las 11h00 para evaluar el trabajo, es más, dijo, “les permitiremos que hagan tomas y fotos”.

Por ello, Estarellas y Torres decidieron no permitir el ingreso de la prensa a la cita que tuvieron con los organismos de derechos humanos, representados por Elsie Monge, así como, con los delegados al Comité por los tribunales de honor por los colegios de abogados con sus dos candidatos: Nicolás Cassís y Marco Tulio Cordero.

El conflicto, según Estarellas, se definirá en tres días de trabajo que se cumplirán el próximo jueves, “porque la justicia debe ser rápida y no precipitada”.

Los grupos de derechos humanos y las dos facciones de los tribunales de honor presentaron las justificaciones que los acreditan como vocales del comité, entre ellos, el acta de la sesión que los eligió como los representantes de sus gremios.

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En esta ocasión, Cordero defendió la legalidad de su designación, frente a los cuestionamientos de un sector de abogados que sostiene que su elección fue como consecuencia de las presiones ejercidas por la vocal del Prian ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE), Angelita Albán, del vocal de la Comisión Anticorrupción, Ricardo Vanegas; y el dirigente judicial, Luis Muñoz.

El candidato, además, ratificó que formó parte de la fundación Amor Misericordioso de Dios,  creada por el ex gerente de las aduanas de Quito, sacerdote Carlos Flores (quien está acusado de peculado y actualmente se encuentra en Estados Unidos) aunque negó tener algún vínculo con él.

Ayer, Cordero llegó al Comité acompañado de Patricio Zambrano, amigo cercano de Muñoz.

Nicolás Cassís, candidato de la otra facción de abogados, defendió la validez de su candidatura y prefirió no anticipar criterios hasta conocer el resultado de las deliberaciones del Comité.

Según Estarellas, si no se puede constituir el Comité hasta el 15 de junio próximo, los términos no correrán.