Ecuador "está totalmente tranquilo" con un informe enviado por Bogotá en el que se descarta que las fumigaciones de cultivos ilegales en la frontera afecten la salud humana, dijo este martes el ministro colombiano de Interior y Justicia, Sabas Pretelt.
"Le hemos mandado el informe y las autoridades (ecuatorianas) están totalmente tranquilas", afirmó el funcionario durante la presentación de un informe de la ONU que reportó un descenso en el número de hectáreas cultivadas con plantas ilegales en Colombia durante 2004.
La afirmación contradice la posición del gobierno de Quito, que asegura disponer de informes técnicos que desvirtúan un estudio de la Organización de Estados Americanos (OEA) que descarta perjuicios secundarios por la aspersión del herbicida glifosato.
Incluso fuentes de la Cancillería ecuatoriana dijeron a la AFP que el gobierno de Alfredo Palacio endurecerá su exigencia a Colombia para que suspenda las fumigaciones en un área fronteriza de 10 km.
El ministro Pretelt sugirió que la disparidad de criterios obedece a "posiciones radicales que han ideologizado la discusión".
"Al Ecuador le enviamos un estudio donde se explica en detalle que el glifosato no causa contaminación (ambiental) ni le hace daño a la salud humana", insistió el funcionario.
Pretelt añadió que el gobierno ha reunido a "la experticia internacional en el tema" para que certifique esa afirmación.
"Un 90% sale convencido de ello y un 10% dice que no está de acuerdo, y esto último es lo que la prensa publica al siguiente día", añadió.
Colombia y Ecuador comparten una frontera selvática y fluvial de 586 km, a lo largo de los cuales operan la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), paramilitares de ultraderecha y bandas de narcotráfico.
Según la Oficina contra la droga y el delito de la ONU, un 18% de las 80.000 hectáreas de hoja de coca existentes en Colombia se concentra en el departamento de Nariño, en la frontera binacional.