El cultivo de coca en la región andina (Colombia, Perú y Bolivia) aumentó en el 2004 por primera vez en cuatro años, al pasar de 153.800 a 158.000 hectáreas, anunció hoy el director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), Antonio Costa.
 
"Por desgracia" se ha producido una inversión en la tendencia registrada en los últimos años, con un aumento de un 3%, afirmó Costa, quien presentó en Bruselas el informe El cultivo de coca en la región andina.
 
El responsable de la ONU precisó que el aumento fue debido al incremento de los cultivos en Bolivia (donde creció un 17%) y Perú (14%), ya que en Colombia disminuyeron un 7%.
 
Colombia cultivó el año pasado 80.000 hectáreas de coca (86.000 en el 2003), seguida de Perú con 50.300 (44.200 en el 2003) y Bolivia (27.700 hectáreas frente a 23.600 en el 2003).
 
En términos económicos, esas plantaciones representaron el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en Bolivia, el 0,4% en Perú y el 0,3% en Colombia.
 
Aunque el porcentaje en Bolivia sigue siendo alto, ha disminuido de forma considerable con respecto a años anteriores, cuando representaba el 10%, recordó Costa.
 
En el 2004, Colombia produjo el 50% de la cocaína que se consumió en el mundo, seguida de Perú (32%) y Bolivia (18%).
 
Costa atribuyó la reducción en Colombia fundamentalmente a la fumigación aérea, la erradicación manual y al desarrollo de cultivos alternativos y explicó que las provincias donde más creció la producción el año pasado fueron Meta, Nariño y Guaviare.
 
Según el representante de la Unodc, el descenso registrado en Colombia se ha traducido paralelamente en una disminución de los recursos financieros de los grupos armados, dada la "correlación" existente entre drogas y terrorismo.
 
Subrayó la necesidad de combatir el aumento del cultivo de coca en Perú para evitar un retorno a la situación que el país vivía durante la década de los noventa, cuando llegó a alcanzar las 100.000 hectáreas de producción.
 
Por provincias, el mayor incremento en Perú se produjo en el Alto Huallaga, Apurimac y La Convención, explicó Costa, que sospecha que en este país el dinero procedente de la coca sirve para financiar las actividades de grupos terroristas.
 
En cuanto a Bolivia, se mostró "preocupado" e indicó que la mayor parte de la coca se produce en las provincias de Yungas y Chapare, mientras que es prácticamente inexistente en el resto del país.
 
Costa recordó que, en general, el cultivo de drogas se asocia a los gobiernos débiles, y Bolivia es un país donde existe una crisis interna, lo que agrava la situación.
 
Además, señaló que "no existe evidencia" sobre la existencia de cultivos de coca en otros países vecinos, como Ecuador, Brasil o Venezuela.
 
El informe destaca, por otro lado, que la erradicación de los cultivos de coca logró niveles récord en Colombia en el 2004 que superaron las 139.000 hectáreas, mientras que disminuyó ligeramente en Perú y en Bolivia, a pesar de mantenerse en niveles altos.
 
El presidente de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas de Perú, Nils Ericsson Correa, denunció la "indiferencia" de la comunidad internacional, que aporta una ayuda "lenta, que a veces ni llega" y recordó que la producción de coca se produce porque hay "una demanda muy fuerte".
 
La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, reafirmó el compromiso de la UE en la lucha contra la droga y recordó que Bruselas invertirá 140 millones de euros entre el 2001 y el 2006 con ese objetivo.
 
También, el comisario europeo de Justicia, Franco Frattini, subrayó la necesidad de coordinar esfuerzos para combatir este problema y subrayó los altos niveles de consumo de cocaína en países como España y Alemania.