Este martes, a los 93 años, falleció el hombre que por más de una década fue las piernas del autor de Las cruces sobre el agua.

Juan Alberto Falcón Sandoval,  quien murió el pasado martes a los 93 años, escribió pasajes de su vida en papeles que reposan en cajones personales que están en su casa, situada en las calles 29 y San Martín (suburbio oeste).

Sus memorias se compilarán en un libro que será  publicado por su nieto, Álex Huacón Falcón, de 30 años, y quien considera a Falcón Sandoval como su padre.

Algunos de los documentos guardados cuentan anécdotas que el anciano, oriundo de Alaquez (provincia de Cotopaxi), vivió con el escritor guayaquileño Joaquín Gallegos Lara, a quien cargó en sus hombros durante doce años de su juventud.

Publicidad

Pese a que  presentaba problemas del corazón, de colesterol y dos hernias, la muerte le sobrevino repentinamente, el pasado martes, a Juan Alberto Falcón Sandoval, de 93 años, nacido  en Alaquez, parroquia de Latacunga, Cotopaxi, y radicado en el Suburbio Oeste de Guayaquil.

Este hombre, en su juventud,  cargó en sus hombros,  por doce años al escritor, periodista y político guayaquileño Joaquín Gallegos Lara, integrante del Grupo de Guayaquil y autor de la novela  Las cruces sobre el agua,  quien tenía una enfermedad congénita que le impedía caminar.

Domitila Mosquera, segunda esposa de Falcón Sandoval, con quien habitó  durante 50 años en una vivienda esquinera de la 29 y San Martín, llora  cuando recuerda que su anciano compañero ya no está con ella físicamente. Pero su mirada se torna brillante al rememorar cuando él saludaba a todo el mundo.

Publicidad

“No había quién se le escapara para entablar rápidamente una conversación. A las jovencitas y señoras les decía: ¿Cómo está guapa o cómo está bonita? Era pícaro, pero pícaro sano”, comenta la señora, de 86 años.

Agrega que su esposo era honesto, humilde, alegre y le gustaba bailar, leer y acudir todos los días al Malecón 2000. Por reloj salía de su casa a las 15h30. Tomaba un taxi y en su mano llevaba un banco plástico para poder subir las piernas debido al reumatismo que también soportaba.

Publicidad

“Se lo compró porque los guardias del Malecón le decían que no podía tener los pies subidos en la banca”, señala su nieto Álex Huacón, de 30 años y quien confiesa que Falcón Sandoval fue más su padre que abuelo.

Mosquera añade que hasta un día antes del fallecimiento de su esposo, él hizo sus actividades normales, entre las que incluyó la visita al sitio turístico.

El pasado lunes a las 23h30 Falcón Sandoval se disponía a cerrar la puerta de su casa cuando resbaló y cayó al piso. Se le partió  la cabeza y en el hospital Guayaquil le cogieron ocho puntos para cerrarle la herida. Una vez en casa, cerca de las 05h00 del martes se acostó en su cama de una plaza, ubicada en la sala  y no volvió a levantarse.

Su lecho se mantiene en el mismo sitio, así como su ropa y unos papeles que contienen pasajes de su vida. Estos últimos su nieto los recopilará para presentarlos en un libro, que  llevará el nombre de Las historias de un historiador en el anonimato. “Los originales que poseen su letra los pondré como anexos en la obra”, dice Huacón.

Publicidad

NOTAS

ANÉCDOTAS
“Todos los días me contaba las anécdotas que tuvo con el escritor Joaquín Gallegos Lara. Parecía disco rayado. Cuando según él me comentaba algo nuevo lo paraba explicándole que eso ya me lo había dicho”, indica Domitila Mosquera, segunda esposa de Juan Alberto Falcón Sandoval.

BUENA LETRA Y MATEMÁTICO
Aunque Falcón Sandoval cursó hasta el tercer grado de primaria (ahora cuarto año de básica), su escritura y lectura las perfeccionó con las enseñanzas del autor de Las cruces sobre el agua. Mosquera expresa que su esposo tenía buena caligrafía y la nieta Patricia Huacón agrega que también era bueno para resolver operaciones matemáticas.