Dos piedras en el camino de la entrada a la iglesia Juan María Vianney, señalan el espacio del arco de fútbol.

Ocho estudiantes del Liceo Aeronáutico, de entre 9 y 10 años, de esa forma inician el juego de la pelota, mientras esperan el expreso que los traslade a sus domicilios.

Este es uno de los ritmos que se vive en la ciudadela La FAE, ubicada entre las calles Cosme Renella, Eliot Luit y Av. Plaza Dañín, en el norte.

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“Es bonito ver a los niños divertirse sanamente, no sé cómo les queda energías después de salir de clases”, comenta Ana Carrasco, moradora del sector, donde los nombres de sus calles recuerdan a afamados aviadores.

Carrasco cuenta que los habitantes de la ciudadela, se acostumbraron al ruido que producen las turbinas de los aviones que aterrizan o despegan del aeropuerto Simón Bolívar, o en la base aérea militar del mismo nombre.

“Tengo 33 años viviendo aquí, al principio se nos hacía difícil, pero ahora ya no nos preocupa”, afirma.

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Los problemas de basura, delincuencia, servicios básicos, que aquejan a otros barrios de Guayaquil, en La FAE no son la excepción.

Alfonso Riera indica que las autoridades o candidatos solo acuden al lugar a ofrecer obras en épocas de campaña.
“Aquí no viene el Municipio a solucionar el problema de las calles y peatonales que se encuentran en mal estado.
Solamente se aparecen cuando hay elecciones”, dice Riera.

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A más de algunas calles en mal estado, se suma el problema de la falta de iluminación en algunas áreas, en especial por los alrededores de la Mz. 11, la que colinda con la iglesia Juan María Vianney.

Un morador que prefiere el anonimato cuenta que en las noches delincuentes, que no se intimidan por la cercanía de una base aérea, dejan abandonados en los alrededores del parque principal vehículos que roban en otros sectores de la ciudad.

“Todas las mañanas aparecen carros sin las llantas y sus radios, acá vienen los delincuentes y se escudan en la oscuridad de la ciudadela, para poder cometer sus fechorías”, expresa el habitante, quien pide más protección policial.

En la Av. Charles Lindberch y callejón Alan Shepard, mientras tanto, el inconveniente es la basura que se acumula en la esquina del lugar.

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Jhonny Gordillo, morador, se queja de que en las veredas y parterres los moradores acumulan las bolsas de desperdicios antes de que pase el camión de Vachagnon.

“Como el carro de la basura solamente pasa los lunes, martes y miércoles la gente saca los desperdicios y los deja en los parterres, eso da mal aspecto”, enfatiza Gordillo.