Los visitantes al Vaticano verán los próximos días la cúpula de la Basílica de San Pedro cubierta de andamiaje, mientras los trabajadores limpian y restauran la parte exterior de una de las obras maestras de Miguel Angel.

Los expertos que trabajan sobre una altura de 133 metros comenzaron el mes pasado el trabajo de restauración de la pequeña torrecilla que se erige sobre la cúpula, dijo el viernes un funcionario de la oficina del Vaticano encargado del trabajo.

La restauración quedará lista en septiembre u octubre, dijo Luca Virgilio, un arquitecto que trabaja en el Taller de San Pedro, la oficina creada hace siglos para encargarse del cuidado de la basílica y sus innumerables tesoros, artísticos y arquitectónicos.

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Virgilio dijo que la cúpula seguirá abierta al público mientras se realiza el trabajo para los visitantes que deseen subir 320 escalones que llevan desde la terraza hasta la columna central superior, a fin de tener una vista inigualable del Vaticano y de Roma.

Gran parte del andamiaje ha sido colocado en el techo del farol central y el panorama desde esa posición privilegiada sigue sin obstrucción.