En cinco años de fumigaciones en el cordón fronterizo para eliminar los cultivos de uso ilícito, han muerto 11 personas y han sido afectadas otras 3.500 de Ecuador y Colombia, aseguraron ayer los directivos de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu).

Las once personas en su mayoría fueron niños, explicó Gustavo Larrea, director ejecutivo de la Aldhu, pero no cuentan con los informes de las autopsias para corroborar con su aseveración.

El daño a la salud humana, animal y medioambiental se da por la mezcla del glifosato (herbicida) con un agente químico denominado POEA, la mezcla se conoce como Round Up Ultra. La Aldhu entregó esta información al canciller Antonio Parra, ayer en la mañana.