En medio de la zozobra, las Fuerzas Armadas bolivianas advirtieron ayer que “en el marco de sus atribuciones actuarán, de ser necesario, para preservar la integridad y soberanía nacional”.

Los militares se encuentran en “estado de alerta máxima, en uniforme de campaña, en nuestros cuarteles y listos para cumplir cualquier directiva para evitar cualquier enfrentamiento entre bolivianos”, declaró el comandante de las Fuerzas Armadas, almirante Luis Aranda.

El jefe militar lanzó la advertencia en el marco de creciente tensión social y advirtió que las Fuerzas Armadas actuarán para preservar “el imperio de la ley y la defensa de la democracia”.

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“Advertimos a quienes quieren destruirla (a la nación) que el último bastión de la patria somos nosotros” y que los militares permanecen incólumes “para cumplir su sagrado deber” de preservar la unidad de la nación, enfatizó Aranda.

Con relación a las definiciones que adopte el Congreso en la elección del nuevo presidente boliviano, Aranda manifestó que “vamos a respetar las decisiones” que tomen los parlamentarios en Sucre.

La declaración militar sigue a una de la Iglesia Católica el miércoles en la que afirmó que, tras dialogar con diversos sectores políticos y sociales, existe coincidencia para la realización de elecciones generales anticipadas como salida a la grave crisis que vive el país.