Seis presos han muerto en las últimas dos semanas en una cárcel de la capital filipina a causa de las malas condiciones y al hacinamiento en el que viven, informó ayer la prensa local.

Las muertes se produjeron en la cárcel de Parañaque (Manila) por las malas condiciones carcelarias y la falta de intervención de los guardias penitenciarios, a pesar de que los informes forenses hablan de “insuficiencia cardiaca”, según denuncias de un grupo de voluntarios de la prisión.