Los precios del petróleo subieron el jueves tras una merma en los inventarios de crudo en Estados Unidos, mientras que los inversionistas tienen su atención puesta en el encuentro que la semana próxima efectuará la OPEP en Viena.
 
Existe la expectativa en el mercado de que la OPEP continuará su nivel actual de producción y si parece que las cuotas seguirán en este nivel en el último trimestre, que parece ya muy limitado, ello podría ofrecer un respiro a largo plazo, opinó el analista energético Jason Kenny, de la firma ING Financial Markets, en Londres.
 
Kenney agregó que no espera acontecimientos específicos tras las conversaciones del jueves entre la oficina directiva de la UE y los representantes de la OPEP.
 
Creo que los países de la OPEP creen que no deberían verse obligados a mantener sus elevados niveles de producción en beneficio de los consumidores occidentales, dijo Kenney.
 
La OPEP considera que los países de la OECD deberían ayudarse a sí mismos, por ejemplo aumentando la capacidad refinadora y mejorando la eficiencia energética, dijo el analista, aunque reconoció que con todo el diálogo es vital.
 
El crudo liviano de bajo contenido sulfuroso para entrega en julio subió 32 centavos a 52,86 dólares el barril en la contratación electrónica de la Bolsa de Materias Primas de Nueva York.
 
El combustible de calefacción subió un centavo y fue cotizado a 1,5630 dólares el galón (3,78 litros), mientras que la gasolina sin plomo subió casi un centavo a 1,5065 el galón.
 
En la londinense Bolsa Internacional del Petróleo, la mezcla Brent del Mar del Norte para entrega en julio bajó 2 centavos a 52,09 dólares el barril.
 
En el último informe difundido el miércoles, el Departamento de Energía estadounidense dijo que los inventarios de crudo bajaron la semana pasada en 3 millones de barriles a 330,8 millones de barriles. Los inventarios siguen estando en un nivel superior en un 10% al de hace un año.
 
Las estadísticas indicaron que los inventarios de gasolina bajaron en 100.000 barriles a 216,6 millones de barriles, aunque siguen siendo un 6% mayores que los de hace un año. El suministro de productos destilados, entre los que figura el diesel, el combustible de calefacción y la gasolina de avión, la de mayor octanaje, aumentaron en 1,3 millones de barriles a 107,7 millones de barriles, aminorando los temores ante el probable aumento de la demanda en el segundo trimestre del año.