Es hora de que en nuestro país los jubilados del IESS piensen  en dar un verdadero  uso a los recursos que tienen y que suman más de $ 800 millones, los que están  ociosos sin ganar un centavo de intereses, y más bien pagando por la custodia de los mismos en las bóvedas del Banco Central.

¿Por qué no invertir en negocios seguros que dejen buena rentabilidad,  como colocar el dinero en la reactivación económica que tanto necesita nuestro país, entregando microcréditos a bajos intereses a tantos ecuatorianos que necesitan hacer crecer sus negocios, y de esa manera crear fuentes de trabajo que tanta falta hacen?

O ¿por qué no pensar en viviendas? Me informaba que para hacer diez mil viviendas  se necesitaban $ 80 millones, apenas el 10% del total del monto del IESS. De esa manera los jubilados tendrían una buena fuente de ingresos, su dinero estaría seguro sin que el Estado meta la mano, y por lo mismo habría una excelente atención médica, incluso, mejorando sus  pensiones.

Publicidad

Sigamos el ejemplo de Brasil, donde su presidente Lula  está entregando microcréditos a más de cuarenta millones de personas con el aval de los bancos públicos y privados. Nosotros, ¿por qué no hacemos lo mismo con la ayuda del IESS?

Alexander Rodríguez
Quito

Es escandaloso y preocupante la situación de la clase trabajadora, jubilados, afiliados y pensionistas, ante la descabellada pretensión del Gobierno de querer apoderarse del dinero que reposa en el Banco Central, para invertirlo en la explotación petrolera.

Publicidad

Hace tantos años que han producido petróleo y, ¿han hecho algo por el IESS? ¡Nada!

Eso es el colmo de la desgracia para el IESS y para los trabajadores, es como dictar sentencia de muerte; ese dinero debe invertirse en mejorar la atención a sus afiliados en el área de salud, bienestar social y otros servicios que se los ha suspendido debido a las malas administraciones.

Publicidad

Es necesario que el Seguro Social vuelva a servir al afiliado como antes, que dé buena atención médica, préstamos de siete sueldos, para mejorar sus viviendas, o los hipotecarios; construya casas para sus afiliados, cumpliendo con los servicios que debe brindar.

El Estado no es dueño del IESS, es moroso de él, y lo que se debe hacer es poner en orden todas sus dependencias para que no sigan siendo deficientes ni causando perjuicios. Los fondos del IESS deben ser respetados, a menos que sea para beneficio del afiliado. A los jubilados se los tiene marginados, sus pensiones no son mejoradas.

Los recursos del IESS han sido malgastados. Los últimos 25 años hemos vivido con la bendita democracia que ha servido para que banqueros, políticos y gobernantes se den un festín con un tesoro nacional, repartiéndoselo. Reiteran pagar la deuda social; ojalá algún día ese milagro se dé.

Emilio Haz del Pezo
Santa Elena

Publicidad