La iniciativa estadounidense de dar a la Organización de los Estados Americanos (OEA) un papel preventivo ante las crisis de la democracia en la región fracasó por la oposición de varios países latinoamericanos que la consideraron intervencionista.

Como consuelo para Washington, la Asamblea General  acordó que el secretario general, actualmente el chileno José Miguel Insulza, pueda plantear “situaciones” críticas al  Consejo Permanente.

La propuesta “se hundió”, escribió el analista Andrés Oppenheimer en el  diario The  Miami Herald, al afirmar que “era una buena idea, pero una mala estrategia”.

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Oppenheimer criticó que Washington haya presentado esta iniciativa como propia, causando desconfianza en varios países latinoamericanos como Venezuela.

“Plantear esa iniciativa, que tiene mucho mérito, como una propuesta de EE.UU., en vez de hacerla surgir como una idea de consenso, es hasta  cierto punto perjudicar a la misma iniciativa”, declaró Arturo Valenzuela, ex funcionario del gobierno demócrata de Bill Clinton y director del Centro de  Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown.

La resolución, redactada con muchas precauciones, encargó a Insulza  elaborar propuestas para “abordar –y no  anticipar– situaciones que pudieran afectar el desarrollo del proceso político  institucional democrático o el legítimo ejercicio del poder”.

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Insulza podrá presentar al Consejo Permanente dichas  “situaciones”, pero respetando “lo establecido en el capítulo IV de la Carta Democrática Interamericana, dentro del principio de no intervención y el  derecho a la autodeterminación”.

La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, había utilizado sin reparo la  palabra “intervenir” al comentar la iniciativa de Estados Unidos, aunque destacando que no para “castigar”, sino para “prestar asistencia” a un país en dificultad.

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La Carta Interamericana estipula que la OEA solo puede actuar por  “invitación” del país afectado por la crisis. Bolivia, cuyo  presidente renunció durante la cumbre, rechazó la mediación de la organización  y solo la pidió luego de la decisión de Carlos Mesa.

Los Estados Unidos salieron derrotados en la asamblea general de la OEA al tratar de vincular a Venezuela con la crisis boliviana y proponer un  control de las democracias de la región, afirmó ayer el ministro  de Información venezolano, Andrés Izarra.