Ayer continuaron las deliberaciones del jurado en torno al juicio contra el cantante Michael Jackson, acusado de abusar sexualmente de un menor.

El jurado, cuatro hombres y ocho mujeres, siguió deliberando ayer para absolver o condenar por abuso sexual a Michael Jackson, en un veredicto  que puede demorar horas o semanas ya que debe ser por unanimidad.

“No espero un veredicto rápido en este caso”, dijo Michael Cardoza, un abogado de esta ciudad californiana. “Tienen que  discutir todo tipo de aspectos”, precisó.

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Los jurados no tenían derecho de discutir el caso entre ellos durante todo  el juicio (que comenzó a fines de enero) hasta que todos los elementos hubieran  sido presentados.

Así a menudo las primeras horas de deliberaciones les permiten ponerse al  día y descargar un poco la tensión, discutiendo lo que se les ocurra, desde la  ropa de Jackson hasta el aspecto del abogado defensor Thomas Mesereau.

Pueden hacerle preguntas al tribunal; por ejemplo, la aclaración de un tema  de derecho. Estas preguntas son puestas por escrito, y el fiscal y el abogado  las estudian de cerca. A menudo la redacción de las respuestas da lugar a  enérgicos debates entre las partes, pues cada una intenta sacarles partido.

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El jurado comenzó a deliberar el viernes por la tarde y las sesiones diarias se repetirán, de lunes a viernes y durante seis horas,  tantas veces como sea necesario hasta llegar a un veredicto por unanimidad en  cada uno de los 10 cargos contra Jackson, el principal de los cuales es abuso  sexual de un menor.

En las manos de estos jurados está el futuro de este cantante de 46 años,  padre de tres hijos, acusado de abusar de un adolescente de 13 años entre  febrero y marzo de 2003 en su rancho Neverland.

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Una condena por cualquiera de los 10 cargos –que también incluyen darle  vino para seducirlo y conspirar para secuestrarlo– implica ir a la cárcel.  Jackson, que niega las acusaciones, podría pasar un máximo de 20 años preso.

La defensa afirma que todo el caso está basado en mentiras inventadas por  una familia de estafadores que intenta sacarle dinero a su cliente.

En cambio, la acusación alega que Jackson se valió de su fama para llevar  al adolescente que hoy lo acusa y a otros menores a Neverland e inducirlos a  tener sexo dándoles alcohol y pornografía.