Catorce cocodrilos de Guayaquil y un caimán estarán en exhibición hasta el próximo domingo en los jardines del Malecón 2000.

Desde las 10h00, el público podrá observar las especies, que corren riesgo de extinción por su captura ilegal.

“Antiguamente les decían comehombres porque los pescadores entraban al estero y los atacaban, pero en grupo”, explicó Sebastián Paredes,  uno de los guías voluntarios que participaron ayer en la muestra ecológica.

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Estos animales, indicó el guía, solo comen camarones, peces y animales pequeños. Y viven en las estribaciones del estero Salado de la ciudad.

Luego de esta muestra, los reptiles serán trasladados al Parque Histórico durante dos o tres meses, hasta que termine de adecuarse un área especial en el Proyecto Isla Santay, una reserva ecológica que mantiene la Fundación Malecón 2000.

En ese lugar, los cocodrilos deberán permanecer entre tres o cuatro años antes de que sean reintroducidos a su hábitat natural. 

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Alicia Jaramillo, de la Fundación Malecón 2000 y coordinadora del proyecto de la Isla Santay explicó que con la exhibición, en la que venden gorras y botones, buscan recolectar fondos para poder mantener los animales.

“Para conservar a los cocodrilos necesitamos cerca de mil dólares anuales para cada uno” explicó Jaramillo.

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Esta cita ecológica convocó a cientos de personas que, en familia o con amigos, acudían a conocer los reptiles que se ubicaron en la laguna frente al Ecopark, junto a los patos. 

Aunque existía curiosidad de la ciudadanía y el guía Geovanny Montoya tenía al cocodrilo más grande del grupo con la trompa amarrada para evitar accidentes, pocos fueron los que se animaron a tocarlos.

Los niños también disfrutaron de una obra de teatro y de los zanqueros que se presentaron en el lugar y fueron los primeros en solicitar los gorros con forma de cocodrilo.