Es lo mismo robar una vez que cinco veces, da igual estafar una vez que tres veces, al final, la pena es la misma y es fácil amenazar a los perjudicados para que no presenten denuncias.

Además, ciertos fiscales exigen declaraciones e informes especiales, requisitos en los que ni siquiera piensa quién perjudica a los demás.

Los delitos contra la propiedad mantienen en zozobra a la población porque los perjudicados pierden tiempo, no recuperan nada, se ganan enemigos, y para colmo, los delincuentes salen libres a los pocos días gracias a una fianza irrisoria, lo cual es un crimen para la sociedad.

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Porque la Constitución garantiza la propiedad, es necesario reformar la caución con criterio disuasivo a futuras infracciones, sin necesidad de presentar denuncia o acusación particular, si existen pruebas.

Como los juicios son públicos, el Ministro Fiscal Distrital conjuntamente con el Consejo Nacional de la Judicatura deberían elaborar un informe quincenal al que tenga acceso la comunidad con nómina de imputados, clase de  delitos, estado de instrucciones fiscales y juicios penales; así no se diluirán los programas que combaten la delincuencia.

Ab. Wilfrido Acosta Mora
Guayaquil