Los militares atenuaron ayer la severa crisis boliviana al rechazar públicamente cualquier intento de golpe de Estado y declararse leales a la democracia y respetuosos de la institucionalidad.
“Las FF.AA. de Bolivia seguimos unidas respetando la democracia”, aseguró ayer su comandante en jefe, el almirante Luis Aranda, poniendo un alto a los rumores de un golpe.
El viernes, unos 50 civiles encabezados por dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) llegaron a la sede del Estado Mayor del Ejército de Bolivia para exigir un “gobierno patriota de convergencia civil-militar”.
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Además, manifestantes en la Universidad de La Paz proclamaron al jefe del Estado Mayor del Ejército, Marcelo Antezana Ruiz, como futuro presidente de Bolivia, dos semanas posteriores de que el máximo líder de la COB, Jaime Solares, pidiera un “militar patriota”, como el gobernante venezolano Hugo Chávez y ocho días después de que dos tenientes coroneles exigieran la renuncia de Mesa.