Lo primero que hizo el presidente Alfredo Palacio al iniciar su discurso fue agradecer a Guayaquil, y en especial a su alcalde, Jaime Nebot, el apoyo brindado durante el pasado 20 de abril, cuando fue posesionado en el cargo.

Dijo que con la firma de los cuatro acuerdos se reconoce el valor, solidaridad y honor de la que denominó “la asamblea de mi ciudad”.

Manifestó que ayer se revalorizó la ecuatorianidad y se repudió la “mezquindad de la que fue objeto nuestra ciudad”. “El país ha salido de una era oscura”, dijo, y agregó que pese a que aún falta consolidar las institucionalidad, el estado de derecho vuelve paulatinamente.

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Instó a los grupos populares de la ciudad a participar en las mesas de diálogo nacional y proponer que el tema de las autonomías sea tratado nuevamente en la consulta de diciembre. Anunció además una mayor inversión en la producción local y los servicios sociales.

“Mi nombre es Guayaquil, mi apellido, Ecuador”, frase propuesta por las Cámaras de la Producción de la urbe, fue repetida por el Primer Mandatario, quien para finalizar aseguró que “el alcalde y el presidente, hoy por hoy, vamos a estar juntos, codo a codo, y vamos a ser mucho más que dos”.