Rebeldes en Iraq causaron ayer la muerte de  unas 50 personas en una serie de atentados, entre ellos  explosiones de cuatro automóviles bomba activados por atacantes suicidas en el norte del país y un ataque a tiros a un mercado de Bagdad.

Mientras, una ofensiva del gobierno para eliminar a los insubordinados en Bagdad permitió la detención de 700 supuestos rebeldes.