Modificar cultivos tradicionales tiene riesgos, según los exportadores. Los productores apelan a una mejor venta.

En un intento por frenar el crecimiento de la oferta exportable de banano y la consecuente reducción en el precio de la fruta, Gobierno y productores discuten al menos dos alternativas.

Mientras el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) propone la reconversión de cultivos –transformar plantaciones de banano tradicional a orgánico– y recibe los reparos del sector exportador, los productores apelan a la exportación de la fruta hacia los mercados de Asia y del Medio Oriente, en donde la presencia del producto ecuatoriano es casi nula.

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Alfredo Montalvo, presidente ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), considera que la transición hacia el cultivo del banano orgánico es compleja para el productor porque toma unos tres años, tiempo durante el cual la planta puede reducir su producción hasta  el 50%.

La reconversión implica que el cultivo se somete a un tipo de estrés porque recibe, explica Montalvo, menos químicos; además, la planta debe obtener más cuidados y controles “porque de lo contrario las plagas acabarían con ella”.

La propuesta del Gobierno tiene, para los exportadores, un riesgo adicional: la oferta de banano orgánico podría rebasar la demanda en el mercado mundial.

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María Antonieta Reyes, coordinadora del sector bananero de la Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Corpei), considera –en cambio– que la posibilidad de modificar los cultivos es lógica e interesante, pero exigiría una inversión muy fuerte para el productor. La opción: “Que mientras pase el periodo (de reconversión), el productor se sustente en la asociación de cultivos, que es sembrar aparte un producto relacionado con el banano”.

El ministro de Agricultura, Pablo Rizzo, anuncia –pese a los cuestionamientos– que el MAG tiene previsto iniciar este proyecto con los recursos provenientes del Fondo de Estabilización, Inversión y Reducción del Endeudamiento Público (Feirep), y con el apoyo de los productores.

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No obstante, Byron Paredes, presidente de la Asociación de Productores de Banano (Aproban), cree que la mejor alternativa para frenar la caída del precio de la fruta es que el MAG y la Cancillería gestionen la reducción del arancel que paga el banano para ingresar a Turquía, Siria, los Emiratos Árabes, Irán, Iraq, Egipto y China. Así, Ecuador podría enviar a esos mercados su excedente productivo.

Datos de la AEBE revelan que de las 22’973.638 cajas de banano que se exportaron en abril del 2005, solo 1’918.567 tuvieron como destino el Medio Oriente. Un plan que impulse la oferta del banano orgánico no está incluido en el plan de regulación del MAG.

OFERTA

NICHO LIMITADO
Ecuador exporta alrededor de 80 mil cajas de banano orgánico semanales, según Alfredo Montalvo, presidente de la Asociación de Exportadores de Banano. Esta fruta se envía “a los mismos países a los que les vendemos el (banano) tradicional; es un nicho de mercado que tiene su limitación, si esta se excede los precios podrían bajar”, advierte el dirigente gremial.

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NUEVOS MERCADOS
Los productores consideran que tras una gestión diplomática efectiva, el país podría abrir nuevos mercados para su fruta. “Hasta faltaría banano para exportar”, afirma Byron Paredes, del gremio local.

CRÉDITOS
Los recursos del Feirep que el Ministro de Agricultura prevé destinar a la reconversión bananera se canalizarían a través del Banco de Fomento.