La crisis persigue al 911. Después de que la mayoría de los operadores cuestionara la mala administración de los directivos de la Fundación de auxilio, el actual coordinador de la Defensa Civil, Felipe Bazán, manifiesta su descontento por la creación de dicha fundación.

En una nota publicada por este Diario, el pasado 16 de mayo, se evidenció el estado en el cual laboran sus operadores, quienes no han sido afiliados al Seguro Social desde hace cinco años, y el mal estado de las instalaciones donde funciona la central, ubicada en el cuarto piso del edificio de la Defensa Civil, en la Av. Veinticinco de Julio, en la ciudadela La Pradera, al  sur de Guayaquil.

El coordinador de la Defensa Civil manifestó que el 911 nació como Defensa Civil y debió quedarse así, no convertirse en Fundación, dijo.

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Bazán añadió que el asesor legal de la Defensa Civil está en contacto con el Ministerio de Bienestar Social, para clarificar la figura por la cual fue creada la Fundación 911, para luego reorganizar el sistema de ayuda.

“No solamente se lo hará con los equipos, también hay que velar por el bienestar de los operadores que laboran en la central de ayuda”, aseguró el funcionario, quien además mencionó que el 911 ha sido mal administrado, porque no se han dado las adecuaciones tanto técnicas  como de logística.

El funcionario afirmó que el sistema de ayuda debe de contar con una estructura adecuada, lugares de descanso para los operadores, una psicóloga que pueda orientar a los empleados en casos de suma gravedad. “En el 911 no puede estar cualquier persona porque ahí se  está manejando vidas. Hay que enderezar el sistema”, enfatizó.

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Entre tanto, quienes ya tienen cinco años laborando en la central de auxilio, manifiestan que, a pesar de las crisis por las que ha atravesado el sistema, “no hemos dejado de atender las emergencias, nosotros más que técnicos de emergencia somos voluntarios, algunos fuimos scouts y tenemos principios de ayuda humanitaria, no somos cualquier persona”, manifestó un empleado, quien prefirió no ser identificado.

Entre los operadores del servicio 911 existe gran incertidumbre por lo que vaya a suceder con sus puestos de trabajo, ellos manifiestan sentirse inseguros, y lo único que desean es “seguir trabajando como lo hemos hecho durante estos últimos cinco años.

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Los problemas son de quien mal administró el sistema, pero la ciudadanía sabe que nosotros atendemos y ayudamos a la gente las 24 horas, refirió el operador.