He superado las estadísticas ya que me han sustraído cuatro vehículos, dos por asalto y dos por robo, sin contar los estruches. Creo que tengo derecho al pataleo y a comentar posibles soluciones a las instituciones involucradas.

La CTG (Comisión de Tránsito del Guayas) debe pasar a manos de la Policía, o por lo menos una parte; así se aprovecharía su parque automotor para que verdaderamente ayude a la lucha contra la delincuencia, o que en sus carros ande un policía, al estilo de “Más Seguridad”.

Hay dualidad de acciones con la Policía, pues actualmente, ¿a qué salen los carros de la CTG, y por qué se denuncian robos en sus oficinas, si cuando se les pide ayuda en contra de la delincuencia dicen que son solo “tránsito”? Sería bueno saber si sus miembros tienen derecho a parar un carro (sin cometer infracción) solo presumiendo que no tiene papeles; bueno, eso es diferente si están en batidas (de lo cual también se aprovechan los delincuentes cuando se visten de vigilantes).

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La Fiscalía libera con más facilidad a un delincuente que a un carro recuperado al que lo llaman evidencia. Deberían ser más flexibles con los perjudicados por el hampa y más prácticos en la devolución legalizada del bien hurtado. En mi caso, en el sitio de desguazadero no se ordenó ninguna investigación. Me pregunto si ellos tienen un sueldo o trabajan solo por la patria.

La ley debe condenar como delito flagrante el robo de carro sin necesidad de acusación particular a los que conducen carros robados, a los dueños de casa que permiten con complicidad o no el uso de sus viviendas y patios para que sirvan de desguazadero.

El delincuente que es detenido más de dos veces debe recibir trato más duro en las sentencias, porque él hace de la delincuencia un modo de vida. Consideremos que los robacarros son asesinos en potencia, pues si el asaltado no entrega su carro, lo matan.

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Respeto a los policías que arriesgan su vida por cuidar al ciudadano común. Con la tecnología actual podrían ellos tener una buena base de datos de quiénes se dedican a infringir la ley; se les debe mejorar los sueldos; y hacer una depuración.
Debe haber control perenne a los almacenes de repuestos usados de vehículos, de manera que no se les permita comercializar piezas de dudosa procedencia, peor aún tener la potestad de hacer “pedidos” de repuestos que no los importan, pues eso hace prosperar el robo de vehículos.

La prensa dice que es fácil recuperar con tres trámites un carro robado, ¡qué equivocada está! ¡Eso dura tres meses y un “mar” de papeles! Además, el número de víctimas es el triple de sus estadísticas, ya que no se denuncian ni registran todos los robos, y posiblemente el pueblo entienda en el caso número mil, lo que significa un robo “express”. También se informan detenciones de personas que desguazan carros, pero, ¿y qué de quienes venden los repuestos, y de adónde van todas las piezas que provienen de un desmantelamiento? Hay que presionar a la Policía para que dé información completa y no a medias.

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Ing. Milton Huamán
Guayaquil