En el reportaje publicado el 27 de mayo, titulado ‘Grupo Veeduría Cultural pide diez respuestas sobre el MAAC’, la Lcda. Mariela García Caputi, directora Cultural Regional del Banco Central, se refiere a los investigadores que laborábamos en esa institución, en los términos de “personas que están demostrando que realmente están enfiladas contra esta institución para hacerle problemas porque ellas ya no están aquí...”.

Esa afirmación es equivocada y ambigua por la verdad que calla, esta es que no fuimos despedidos del MAAC (Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo) sino que renunciamos y nos desligamos por nuestra propia voluntad, debido al desmantelamiento de los departamentos y al permanente bloqueo del propio Banco Central, a los proyectos de investigación que se venían ejecutando. Haber trabajado en el MAAC, de ninguna manera nos impide participar en la Veeduría Cultural de Guayaquil, por el mismo hecho de haber conocido de cerca su situación, pues la vivimos en todo sus avatares.

María del Pilar Estrada Lecaro
María del Pilar
Gómez Calderón
Juan Carlos González Guzmán
Ángel Emilio Hidalgo Ortiz
Alfredo Moreira del Pozo
Carlos Tutivén Román
Guayaquil

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Resulta penosa la reiniciada polémica del MAAC (Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo) a propósito de la firma de 49 personas gestoras de cultura, y el interés respetable de cuestionar el trabajo de la artista Mariela García en la dirección de dicha institución. Creo que no solo está ahí por lo que ella merece, sino porque es mujer sin tachas.

Como ciudadana con derechos, debo pedir rendición de cuentas a los funcionarios que festinaron y festinan mucho dinero a nombre de la cultura del país generando popurries culturales para tranquilizar sus conciencias en las entidades, sin investigación, sostenimiento, y lo que es peor, sin multiplicar saberes.

No pienso que la actual adminisración esté exenta de errores, pero para pedir cuentas hay que refrescar la memoria sobre accidentados procesos y polémicas que se protagonizaron con artistas de Guayaquil, especialmente con los de artes plásticas.

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Es el mejor momento para  que el  Presidente, frente social, y Congreso, definan con la sociedad civil el ámbito de las políticas de cultura del Ecuador y el rol del Banco Central, pues las políticas culturales se determinan desde un Ministerio de Cultura y lo que ahora tenemos son panfletos de cultura añadidos, cada década, desde la Capital, con vicios y sin perspectivas de identidades regionales. Es el momento para  que se defina si el Ministro de Economía o el de Educación deben ponerse a pensar  qué entienden por lo cultural; si van o no a seguir vinculando al Ministerio de Educación y personalidades de turno con eventos, embajadas culturales que nos representen y  casi siempre sean  vergüenza por  su folclorismo. Vale preguntar en una veeduría si las entidades gestoras de cultura van a seguir desconociendo la visión antropológica y ética para reconocernos en lo global, y solo encarar lo que conviene según la ocasión.

Patricia León Guerrero
Guayaquil