Pese al cambio de clima, los vectores se mantienen en el ambiente. Expertos dicen que casos se darán todo el año.

La epidemia de dengue no cede. Tres meses después de que se registró el primer fallecimiento, el de Byron Paredes León, a causa de la enfermedad y empezó el repunte masivo de casos, el control aún no es posible.

Los hospitales mantienen un ingreso de tres a cinco pacientes diarios con síntomas clínicos de dengue hemorrágico. Y pese a que las condiciones climáticas cambiaron a mediados de mes, el número de afectados sigue creciendo. Hasta ayer, se reportaron 242 casos confirmados (10 más que la semana pasada), 285 probables y once fallecidos.

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Óscar Decker, epidemiólogo de la Subsecretaría de Salud, reconoce que el término de las lluvias contribuyó a la disminución de los casos, que antes registraba siete y hasta nueve afectados diarios. Sin embargo, el descenso de la curva epidemiológica es todavía lento y por ahora se mantiene en estado de meseta (recta).

Esto, según Decker, porque los vectores aún circulan en el ambiente. “Hay personas infectadas que siguen contagiando (...) es probable que haya transmisión todo el año”.

Su colega Johnny Real respalda su afirmación. Indica que el descenso ocurre lentamente porque se mantienen las condiciones para que se reproduzca el mosquito transmisor del dengue: irregular abastecimiento de agua, aperturas de canales, acumulación de recipientes en patios.

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“Todo el año vamos a tener casos de dengue y es posible que de dengue hemorrágico. Tenemos los cuatro serotipos circulando”.

De ahí que la infectóloga Greta Miño considera que si la comunidad no se organiza desde estructuras pequeñas para eliminar criaderos no se va a controlar la epidemia. Y recomienda la aplicación de la llamada estrategia Combi (comunicación para cambio de comportamiento) que países como Brasil y Venezuela usaron en el control del dengue.

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De hecho, según el médico John Cuenca, es posible que a mediados de julio la curva epidemiológica baje, pero dependerá de la fumigación y de la colaboración ciudadana.

Asevera que el ciclo del mosquito no se corta todavía, por eso se sigue transmitiendo la enfermedad.