El español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer cruzaron sus raquetas, esta vez de forma amistosa, veinticuatro horas antes del gran duelo que todo el mundo espera en las semifinales de Roland Garros.
 
En un acto para fotógrafos y televisiones, los dos jugadores que más atención acaparan en estos momentos se reunieron en uno de las pasarelas que dan acceso a la sala de jugadores, se dieron la mano, se desearon suerte mutuamente y posaron ante un numerosísimo grupo de medios de comunicación.
 
Rafael Nadal tuvo que esperar a Federer durante unos minutos debido al retraso del suizo, que había tenido problemas de tráfico en su llegada al recinto parisino. Mientras, Nadal, con una camiseta azul oscura y pantalón rojo, se sentó en la pasarela para degustar un helado.
 
Cuando llegó Federer, con un polo azul y pantalón gris claro, los dos se abrazaron, sonrieron, y posaron desde todos los ángulos, raqueta en mano. Luego se despidieron de forma amistosa.
 
Nadal se había entrenado con anterioridad con su agente Carlos Costa durante una hora, luego Carlos continuó con John McEnroe, y después toda la familia del mallorquín tenía previsto salir a almorzar al centro de París con el resto de los que llegaron hoy desde Mallorca, entre los que se incluyen, entre otros, su padre Sebastián, su madre Ana Maria, y su tíos Rafael y Miguel Angel.