Poco nos importa a la mayoría de los ecuatorianos las payasadas políticas que son costumbre en nuestro país.

Lo único que ha cambiado de retórica es la parafarnelia de los actores, con vocablos en discursos de barricada que instan a la venganza, a continuar con el insulto al contrincante, con epítetos de una película no apta para menores. Esto lo han venido viendo nuestros nietos y toda la juventud. El insulto, la amenaza, la disuasión por el poder “per se” los vivimos diariamente todos. Si los ecuatorianos seguimos sintiendo esta arenga diaria, veremos con más pena que con repulsa, cómo se destruye cada día más la política, con honrosas pero pocas excepciones, simplemente porque no hay respeto para nadie; gritan que “van a matar” a uno, que “van a matar” al otro, que “no te metas conmigo, tal por cual”... y así.

Y lo peor es que hasta ciertos presentadores de noticias de televisión se permiten “usar” ciertos vocablos, cuando deberían evitar caer en lo mismo. Es hora de combatir también el lenguaje que utilizan en algunos medios de comunicación, que de tanto oírlos nos parecerá normal decir tal o cual palabra que ensucia al que la dice y al que la escucha, y acostumbra al menor a través de una pantalla de televisión o la radio.

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Llegó la hora de un basta ya de tanta verborrea y palabrería. ¡Más respeto!

Gustavo Zevallos Baquerizo
Guayaquil