El español Rafael Nadal, la gran revelación de este Roland Garros, espera celebrar el viernes sus 19 años derrotando al número uno del tenis mundial, el suizo Roger Federer, en un partido de semifinales que se anuncia como una gran final.
 
El choque más esperado del Abierto de Francia este año tendrá como protagonistas a Nadal, que llega en racha con 22 partidos invictos, y al hombre que podría convertirse en el sexto tenista que gana los cuatro torneos de Gran  Slam.
 
El musculoso Nadal aspira nada menos que a ser el primero, desde Mats  Wilander en 1982, en ganar el Abierto de Francia en su primera participación.
 
"Federer tiene toda la presión", dice. "Es el número uno. Yo voy a  intentarlo y a jugar mi mejor tenis para ganar. Creo que puedo ganar si lo  hago. El está jugando muy bien y pienso que va a ser un partido complicado",  explica el joven mallorquín.
 
Nadal es la sensación de 2005, tras ganar cinco títulos en tierra batida, incluidos los Masters Series ATP de Monte Carlo y Roma. Ahora espera aumentar  su palmarés.
 
En marzo, en el Masters de Miami, estuvo a dos puntos de derrotar a Federer  en la final. Pero el suizo logró remontar el difícil encuentro para acabar imponiéndose en cinco mangas.
 
En 2004, Nadal ganó a su rival en el mismo escenario. Pero ahora trata de minimizar la importancia de este duelo. "No quiero pensar que éste es el partido más importante de mi vida porque no quiero ponerme presión. Pero es un partido extraordinario e importante", admitió.
 
"Es muy bueno para mi carrera. Una final a los 19 sería increíble cuando mi objetivo era llegar a semifinales", dijo Nadal.
 
De los dos, el español ha tenido un recorrido más largo en el torneo. En tercera ronda, derrotó al francés Richard Gasquet, de su misma edad, uno de los dos tenistas que han vencido a Federer en 2005.
 
Luego sacó a otro favorito local, Sebastien Grosjean, contra quien perdió su primer y único set, antes de imponerse a su compatriota David Ferrer en  cuartos de final.
 
Federer aún no ha cedido ni una sola manga. Llega a semifinales por primera vez, tras tres años en los que no logró pasar de la tercera ronda.
 
"Ganar el Abierto de Francia sería un sueño hecho realidad. Significaría haber ganado todos los Gran Slams. A los 23 años, sería algo realmente extraordinario", cree Federer.
 
"Para mí éste es un gran momento. Quedan dos partidos para llegar pero ésta es una ocasión en la que podría marcharme con el título", dice esperanzado.