Las hermanas Carla Cerón Dávila y Gildegard Cerón Dávila, cuñada y esposa, respectivamente, del ex diputado por Sociedad Patriótica, Renán Borbúa, plantearon el recurso de apelación sobre el llamamiento a juicio que dictó el juez 7º de lo Penal del Guayas, Jorge Guzmán Navarrete, el pasado 25 de mayo.

Carla y Gildegard Cerón fueron acusadas por el ministro fiscal del Guayas y Galápagos, Walter Tomsich, como autora y cómplice, respectivamente, de un delito de peculado en Pacifictel, originado, según informe de la Contraloría General del Estado, por un supuesto sobreprecio en contratos para la reparación de vehículos de Pacifictel, en los talleres GCD, propiedad de José Aragundi Navarrete.

La defensa de las acusadas, patrocinada por el jurista Edmundo René Bodero, alegó no estar de acuerdo con la resolución del juez, porque: “No hay peculado, pues Pacifictel es una empresa privada que se rige bajo los reglamentos internos de la Ley de Compañías. Así lo expresa la Procuraduría General del Estado, al absolver la consulta del Congreso, el 25 de septiembre del 2001”.

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Las Cerón argumentaron que “no existe perjuicio alguno en Pacifictel. Alberto Pérez Llona, presidente ejecutivo de esa entidad, mediante oficio presentado el 4 de octubre del 2004 ante el fiscal Félix Moreno Wong, precisó que los trabajos realizados en los talleres GCD se hicieron respetando las normas  y procedimientos”. También indicaron las acusadas que “no existe sujeto pasivo del delito, ni ofendido ni agraviado, porque Pacifictel afirma que no presentó perjuicio alguno”.

La defensa solicitó ayer que la causa se eleve a consulta, para que una de las salas de lo Penal de la Corte Superior de Guayaquil revise el fallo.