Armas ilegales en local autorizado por FF.AA.

Los dueños de los ocho negocios visitados por los agentes mostraron permisos de las Fuerzas Armadas.

Un establecimiento que cuenta con el permiso del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas para vender armamento en forma legal fue registrado ayer por agentes de la Policía Judicial del Guayas (PJ-G), quienes encontraron allí 18 armas de fabricación nacional cuya venta es ilegal.

El local donde fueron halladas las armas ilegales es el comercial Herrera, ubicado en Panamá e Imbabura, de propiedad de Rufino Armando Herrera Gutiérrez, quien no pudo respaldar su posesión.

El operativo se realizó, además, en otros siete locales ubicados en la zona de la bahía, pero en estos no se halló armamento sin registros. La acción fue respaldada por el intendente Roberto Ricaurte.

Dieciocho armas de fuego, sin ningún registro y de fabricación nacional, cuya venta es ilegal, fueron incautadas ayer en un establecimiento que funciona con permiso del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas para el expendio de armas en forma legal.

El operativo lo realizó la Policía Judicial del Guayas (PJ-G) en ocho locales ubicados en el centro de Guayaquil, siete de ellos situados en la zona de la bahía, donde supuestamente se venden armas de uso ilegal.

El armamento son doce escopetas negras, dos cartucheras doble cañón, una cartuchera camuflada recortada, una escopeta largo café, un revólver niquelado calibre 38, una escopeta tipo revólver calibre 38, cuya venta en la ciudad no puede ser controlada por las autoridades, debido a la falta de registros.

El local donde fueron halladas las armas ilegales es el comercial Herrera, ubicado en Panamá e Imbabura, de propiedad de Rufino Armando Herrera Gutiérrez, quien no pudo respaldar la posesión de este armamento, a pesar de que posee permiso de las Fuerzas Armadas.

La acción, que empezó después de las 16h30 y culminó a las 18h00, estuvo al mando del capitán Jaime Salazar y de 63 agentes de la PJ-G, y fue respaldada por el intendente de Policía del Guayas, Roberto Ricaurte, quien también acudió a esos establecimientos.

Ricaurte explicó que los resultados del operativo serán puestos a órdenes de la fiscal Lorena Benalcázar. “No se detiene a nadie ni se cierra el negocio. Eso lo decidirá la Fiscalía en las indagaciones”, dijo.

Los otros negocios que fueron registrados por la Policía están ubicados en Colón 120 y Pichincha; Colón 116 y Pichincha; dos almacenes en el pasaje de un centro comercial en Colón y Malecón; Pichincha 835 y Colón; Sucre 115 y Pichincha; y Pichincha 117 y Colón, cerca de la bahía.

Luis Felipe Carbo Ramos, propietario del local situado en Colón 116 y Pichincha, señaló que desde hace 20 años vende armas en su negocio que también funciona como ferretería. Para respaldar su versión, mostró un permiso del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

El dueño del comercial Herrera 2, de Colón y Malecón, Ricardo Herrera Arreaga, también exhibió un permiso de las Fuerzas Armadas para la venta de armas.

El jefe de la Policía Judicial del Guayas (PJ-G), coronel Rafael Yépez, afirmó que un mes les tomó las labores de inteligencia en esa zona para ubicar los locales, donde presuntamente se expenden armas en forma clandestina.

El oficial reveló en una entrevista con Diario EL UNIVERSO, hace dos semanas, que eran seis los puntos de venta clandestina de armas en la bahía y luego confirmó que eran siete. No obstante, ayer se revisó ocho lugares.

Esta versión fue respaldada por el líder de una nación que agrupa a 14 pandillas del centro-sur de Guayaquil, quien agregó que esos sitios funcionan bajo la fachada de ferreterías y que allí se podía adquirir armamento de fabricación nacional desde los 35 dólares hasta los 250 dólares.

Una de esas armas de calibre 38 fue la que usó un estudiante del colegio Sir Francis Bacon en contra de su compañera, María Isabel Bustamante Reyes, de 18 años, quien falleció el pasado 10 de mayo por un disparo en la cabeza.

Lo que encontraron
18 armas ilegales fueron incautadas en  comercial Herrera, ubicado en Panamá e Imbabura.

Entre el armamento decomisado hubo doce escopetas, dos cartucheras doble cañón, una cartuchera camuflada recortada, una escopeta, un revólver niquelado calibre 38 y una escopeta tipo revólver también calibre 38.