El Ministro de Economía prevé reducir el tamaño del Banco Central y limitar a sus funcionarios.

La reducción del tamaño del Banco Central (BCE) y la limitación de las funciones que cumplen sus técnicos se encuentran entre los planes del ministro de Economía, Rafael Correa.

Actualmente, y luego de cinco procesos de reducción de personal, el BCE cuenta con 794 empleados; número excesivo, según Correa, en un país sin moneda nacional y cuyo Ministerio de Economía, con 11 subsecretarías, trabaja con 430 personas.

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El Ministro critica la falta de independencia del BCE. Por ello, plantea que cualquier técnico que trabaje para el gobierno, pierda su cargo; y que se restrinja el acceso de los funcionarios a los organismos internacionales.

El ministro de Economía, Rafael Correa, anunció reformas en el Banco Central del Ecuador (BCE). Aclaró que no propondrá su desaparición, pero planteó reducir su tamaño y limitar la participación de los funcionarios en los gobiernos y en los organismos internacionales.

“Hay un par de reformas que se pueden hacer y las vamos a hacer”, advirtió la semana pasada en una exposición ante unas 200 personas en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

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La cifra oficial del número de empleados del BCE es 794, cuya actividad está dividida en las áreas técnica, bancaria, cultural y social. Desde 1993 hasta el año pasado, la institución ha realizado cinco reducciones de personal.

“¿800 personas en un país sin moneda nacional, cuando el Ministerio de Economía que tiene 11 subsecretarías y hace política económica, tesorería, finanzas públicas... tiene 430 personas; cuando el Banco Central de Bélgica, con una economía 15 veces más grande que la nuestra, tiene 500 personas?
Entonces, por ahí viene la reforma”, señaló.

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Diego Mancheno, director de Estudios del BCE, explicó en un desayuno con la prensa que la reducción del tamaño de la institución no es tan fácil, pues existen técnicos especializados en temas sensibles como los depósitos de cuentas estatales y la vigilancia de la economía. Destacó, además, la “independencia técnica” y el papel de “tercero confiable”.

Correa cuestionó esas afirmaciones: “La independencia técnica al servicio del país dónde está. Los funcionarios piden comisión de servicios, actúan en un gobierno y regresan al BCE”.

El ministro prevé fortalecer la independencia del Central a través de dos reformas. La primera es que “técnico que sale del BCE y va a una subsecretaría pierde su puesto”.

Esa posición causa malestar en el BCE, donde desde su gerente, Mauricio Pareja, hasta varios de sus funcionarios –como Ramiro Galarza, Mauricio Ullrich, Diego Mancheno, Javier Game, Fabián Carrillo– fueron subsecretarios en administraciones anteriores.

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Varios funcionarios, no obstante, reconocen que la independencia de la entidad está en entredicho; especialmente, tras la cuestionada elección de cuatro de los cinco miembros del último directorio.

Otra reforma es restringir el acceso a los organismos multilaterales. “Técnico que participa en negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) está prohibido de trabajar en el FMI en los próximos diez años, porque si no hay incentivos perversos: negociar a favor del otro para irse a jubilar contentísimo en el Fondo”, señaló Correa.