A través de los medios de comunicación se conocen las faltas cometidas por ex liquidadores de Filanbanco.

Existen denuncias de ineptitud, presiones, chantajes, boicoteo, de gastos excesivos, y de posible delito de concusión. Irregularidades que forman parte de la telaraña de corrupción existente en el país, en la cual 200 jubilados de Filanbanco hemos permanecido atrapados más de dos años en espera del pago de nuestras liquidaciones.

Durante ese tiempo solo hemos conocido acciones de burla, engaño, irrespeto, quemeimportismo, indolencia, que fueron denunciadas a los poderes públicos. Constantemente se nos informaba que no había plata, pero sí la hubo para aumentar los gastos.

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De comprobarse las anomalías antes señaladas, exigimos a las autoridades sanciones ejemplarizadoras para los responsables que tanto daño han causado al erario nacional y a los intereses de nuestras limitadas economías. Y que en las indagaciones a ex funcionarios también se considere la certificación de los bienes de La Previsora, que por la fusión pasaron a favor de Filanbanco, el correcto uso y la renta que ha producido la administración de los mismos.

Los jubilados, muchos de la tercera edad, también somos parte de la deuda social del Gobierno, razón para que el nuevo titular ordene un cronograma de pago de nuestras liquidaciones.

Ec. Héctor Villón Mateo
Guayaquil