El presidente de México, Vicente Fox, declaró el viernes pasado que para el Gobierno “la seguridad es una alta prioridad” y “está muy comprometido con esto”.

En un acto con representantes de la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos en la residencia oficial de Los Pinos, el presidente anunció que visitará los estados más afectados por la violencia, en el norte del país.

El jueves Fox visitó Sinaloa, cuna de uno de los más poderosos carteles del narcotráfico del país donde este año, han sido asesinadas más de doscientas personas.

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Otras zonas afectadas por la violencia son Tamaulipas, Baja California y Chihuahua, todos al norte.

El pasado 24 de mayo, organizaciones civiles mexicanas anunciaron que iniciarán en México, una de las capitales latinoamericanas más violentas, la recolección de al menos 40.000 firmas para reformar leyes y enfrentar con efectividad la inseguridad.

La delincuencia es el principal dolor de cabeza para los mexicanos y, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública, la capital está entre las ciudades más peligrosas del país.

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El viernes, más de 20.000 personas, convocadas por diputados del estado de Chihuahua, manifestaron en Ciudad Juárez para exigir un fin a la ola de violencia, mayor seguridad y castigo para los responsables de los homicidios de dos niñas ocurridos en los últimos quince días.