Entre los proyectos de infraestructura que se realizan en Ecuador con financiamiento brasileño está la construcción de una carretera desde Lasso, al sur de Quito, en línea directa hasta La Maná, que tiende a acortar el transporte terrestre de bienes y personas entre Quito y Guayaquil.

Para trasladarse de una ciudad a otra se usaría en forma mayoritaria ese camino, que se encuentra a mucha distancia de la vía férrea.

Hay que ver el mapa del Ecuador: Setenta ciudades y pueblos importantes se asentaron al pie de la vía férrea.

Publicidad

Sería interesante saber si las autoridades de las provincias de Bolívar, Tungurahua, Chimborazo, y los representantes de los conglomerados que están al pie de la carretera central, han considerado la marginación de la que pueden ser objeto con la construcción del eje vial Quito-Guayaquil.

¿Quién cuidará las carreteras del Ecuador y el nuevo eje vial Guayaquil-Quito que tendría una inversión aproximada de $ 400 millones y que recibirá abundante carga pesada?
La rehabilitación ferroviaria podrá lograrlo absorbiendo gran parte de esa carga, además evitaría la marginación que puede ocasionar el nuevo eje vial.

Ecuador cuenta con cuatro troncales viales y todas se beneficiarían con la rehabilitación ferroviaria. El proyecto ferroviario, a través de la concesión, se encuentra estudiado y elaborado. El Presidente debe entonces recabar de los organismos de crédito de Brasil la ayuda financiera.

Publicidad

Rafael Mendoza Avilés
Guayaquil

La rehabilitación del tren la considero muy importante. Para tal objetivo se podría solicitar  auspicio de instituciones nacionales o extranjeras.

Publicidad

Varias poblaciones asentadas al paso de la línea del ferrocarril, que al momento permanecen semiolvidadas, pasarían a la prosperidad: Durán se vería nuevamente acogiendo a cientos de viajeros en su estación; el legendario Yaguachi cobraría más importancia, de manera especial en la fiesta de su patrono San Jacinto, porque sus devotos concurrirían con más comodidad y facilidad a su basílica; y Milagro, donde parte de la línea férrea se cortó por la calle García Moreno y que puso como condición para que el ferrocarril vuelva a pasar, que la estación se ubicara fuera de la ciudad por la lotización Quinta Sánchez, por la vía a Naranjito, buscando incentivar su producción agrícola y turística.

Además, Naranjito y Bucay progresarían muchísimo, por lo que se requiere reparar varios tramos de vía, colocar durmientes en ciertos sectores, reponer los rieles que se sacaron en Milagro y otros que se robaron cerca de Naranjito.

Es fundamental la decisión del presidente de la República, Alfredo Palacio, para rehabilitar este sueño.

Enrique G. Jaramillo Ramos
Guayaquil

La acertada resolución de la Alcaldía de Milagro de permitir la reinstalación de los rieles del ferrocarril que irresponsablemente fueron levantados por el alcalde anterior, ha reactivado el interés y optimismo de que vuelva a circular tan importante servicio.

Publicidad

En asambleas (durante el anterior gobierno), donde se pidió la rehabilitación del ferrocarril, se puso de manifiesto el interés por despistar el problema, mencionando el proyecto del ferrocarril interoceánico como objetivo unitario; la carretera Quito-Guayaquil; o que la rehabilitación se debía hacer por sectores que estuvieran a cargo de los organismos provinciales y que con las utilidades que el servicio produjera se sigan rehabilitando los siguientes tramos.
Hasta se llegó al absurdo de que la rehabilitación no era  importante porque la zona no tenía productos exportables.

También se solicitó que se arregle el daño causado en el kilómetro 124 en la vía férrea, por un deslave que tapó un trecho de esta, y se reclamó el interés que tiene Canadá en rehabilitar el ferrocarril, desde hace tiempo, por conseguir la concesión de la obra a través de sus empresarios, y para lo cual se anticipó un préstamo no reembolsable para estudios; todo lo cual quedó en el olvido.

Es el momento oportuno de reanudar las gestiones con el actual régimen que no está comprometido con los grupos que  vienen haciendo presión en contra del ferrocarril, para que directamente trate la concesión a las empresas canadienses; es la gestión que se debe considerar ya que todo lo demás es dejar en una agonía lenta a la gran obra de Eloy Alfaro. Las autoridades del sector, que recorre la vía férrea de Riobamba a Durán, deben hacer un frente para conseguir del Gobierno esta realización.

Dr. Miguel Albán
Guayaquil