Los grupos paramilitares de derecha  colombianos reanudarán la desmovilización y reinserción de sus miembros tras la entrega del líder Diego Fernando Murillo, acusado de triple asesinato, informó ayer la Presidencia.

El anuncio lo formuló el alto comisionado presidencial para la Paz, Luis Carlos Restrepo, en un comunicado en el que precisó que Murillo, alias Don Berna o Adolfo Paz, que tenía una orden de captura, se comprometió “a desmovilizar de manera inmediata la totalidad de estructuras que operan bajo su mando”.

En el mismo comunicado, el Ejecutivo precisó que “en su condición de desmovilizado”, Murillo “permanecerá en un sitio definido por el gobierno” y bajo el cuidado del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y la fuerza pública.

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“Don Berna”, un ex narcotraficante que figuraba como “inspector general” de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), fue acusado por un fiscal de ordenar el asesinato del diputado regional Orlando Benítez, una hermana de este y el chofer.

El crimen se registró el pasado 10 de abril en una carretera del departamento de Córdoba (noroeste).

El pasado martes, el gobierno ordenó aprehender a “Don Berna” y lo excluyó de las negociaciones de paz y de inmediato comenzó una amplia operación para detenerlo y se ofreció una recompensa de 1,2 millones de dólares a quien ayudara a detenerlo.

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Las AUC, con más de dos décadas de lucha contra las guerrillas izquierdistas y al menos 17.000 integrantes, están acusadas de graves violaciones de los derechos humanos.