La tarde de ayer arribó al país el artista argentino para cantar, por la noche en el Teatro Centro de Arte, junto a su compatriota Piero. Hoy actuará en el coliseo Rumiñahui de Quito. Víctor Heredia tiene 58 años de edad y cuatro décadas de carrera musical. A él pertenecen temas como Sobreviviendo y Razón de vivir.

Los problemas  sociales en América Latina y los derechos humanos son los temas que inspiran al cantautor argentino Víctor Heredia, quien tenía previsto arribar la tarde de ayer a Guayaquil para ofrecer, por la noche, un concierto en el Teatro Centro de Arte junto con su compatriota Piero. El espectáculo, denominado Los forajidos, se repite hoy, a las 20h00, en el coliseo General Rumiñahui de Quito.

Nacido el 24 de enero de 1947, en la capital argentina, Heredia creció en Paso de Rey, provincia de Buenos Aires. La vocación artística la descubrió a corta edad,  así como la capacidad para convertir una canción en un himno de protesta y de denuncia. 

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Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, León Gieco, Milton Nascimento, el cuarteto Zupay, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés son algunos de los artistas con los que Heredia ha compartido el escenario en sus casi cuatro décadas de actividad musical. Sus producciones discográficas datan de 1968 cuando sacó al mercado Gritando esperanzas y un álbum homónimo.

Le siguieron El viejo Matías, De dónde soy, Razones, Víctor Heredia canta a Pablo Neruda, Bebe en mi cántaro, Paso del rey, Cuando yo digo mujer, Qué hermosa canción y Ya lo ves amanece. También son suyas las discografías Puertas abiertas,  Aquellos soldaditos de plomo, Canto a la poesía, Coraje, Taki Ongoy, Un día de gracia, Memoria, Carta de un náufrago, Mientras tanto, Síndrome de amor, Víctor Heredia en vivo en la trastienda, De amor y de sangre y Marcas.

Composiciones como Todavía cantamos, Sobreviviendo, Razón de vivir, Frente a tu casa, Coraje y El viejo Matías son las que reiteradamente el público solicita cada vez que sube al escenario.

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Como cantautor, Heredia estuvo prohibido en su natal Argentina durante la dictadura militar de 1976, que dejó miles de desaparecidos, entre ellos su hermana. Diez años más tarde, en 1986, el artista compuso Taki Ongoy, una obra conceptual que recuerda al movimiento milenarista, político-religioso (1560-1572) y la lucha de los pueblos americanos por su libertad.

En su página de internet www.victorheredia.com, el compositor e intérprete argentino anota su decisión de colaborar con el pueblo Mapuche, porque, según dice, “es duro descubrir cuánto nos falta para llegar a rescatar la identidad perdida. Esta sociedad siempre ha mirado con sesgo paternalista a los pueblos y naciones originarios de América. No alcanzamos a comprender la enorme importancia que tiene la salvación de nuestras culturas ancestrales”. Con este pensamiento, Heredia confirma su afán por rescatar y mantener la identidad de los pueblos.