Una veintena de países africanos se unieron hoy en Roma al proyecto Dream (Sueño) destinado a tratar a mujeres y niños afectados por el sida en ese continente, donde viven seis de cada diez personas afectadas por esa enfermedad en el mundo.
 
El programa, promovido por la comunidad católica de San Egidio, comprometida con diversos conflictos africanos, se desarrollaba ya en Kenia, Tanzania, Mozambique, Guinea Ecuatorial y Malaui y ahora se hará extensivo, entre otros, a Burundi, Camerún, República Centroafricana, Ghana, Costa de Marfil, Etiopía, Nigeria o Togo.
 
Mediante este proyecto se distribuyen tratamientos específicos contra el sida y se construyen infraestructuras para atender a mujeres y niños, como los 20.000 que actualmente se benefician de la iniciativa.
 
Según datos de organismos internacionales, dos de cada tres afectados por el sida en Africa son mujeres y uno de cada diez niños africanos es portador de esta enfermedad, que hasta ahora ha causado la muerte de unos 25 millones de personas.
 
El representante de San Egidio, Mario Marazziti, dijo que, frente a estos datos, el programa Dream ha demostrado que el 97 por ciento de los niños nacidos de madres afectadas por el sida no desarrollan la enfermedad con un tratamiento adecuado.
 
"El niño que nace sano permanece sano, por eso el fenómeno del sida es controlable y el afro-pesimismo no tiene sentido. África se puede salvar", señaló Marazzitti. 
 
Dream es el programa global gratuito más difundido en África para mujeres y niños y la terapia completa que promueve asegura que no se desarrolle una resistencia a los fármacos.
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elegido este proyecto como herramienta para combatir el sida en Africa, y ha instado a los países no inscritos a ponerlo en marcha para salvar a miles de afectados.
 
Con un presupuesto que este año alcanza los 14 millones de euros, el programa construye las infraestructuras necesarias para aplicar el tratamiento y efectuar el correspondiente seguimiento, que es de unos 10 años por persona.
 
En la reunión celebrada hoy en Roma, a la que acudieron miembros del Banco Mundial, de la industria farmacéutica italiana, del departamento de sanidad de EE.UU. y de la Iglesia católica, se instó a la comunidad internacional a tomar partido para resolver este grave problema.
 
El representante de Mozambique, Brazao Mazula, señaló que "el sida es una bomba atómica para nuestro continente, que mata de forma masiva, lentamente, no es selectiva y sus efectos se multiplican".
 
Por su parte, el alcalde de Roma, Walter Veltroni, señaló en la apertura del convenio que la comunidad internacional tiene "que estar a la altura" para poder ayudar a África, donde viven el 64 por ciento de los enfermos de sida que hay en el mundo.
 
Veltroni se refirió al ex presidente sudafricano Nelson Mandela, que recientemente anunció la muerte de su hijo a causa de sida, como un claro ejemplo de como comportarse frente a la enfermedad, para que la gente deje de verla como "algo extraordinario, reservado a las personas que van al infierno".
 
El cardenal italiano Renato Martino aseguró que "en un mundo controlado por las grandes potencias, África se ha quedado sin importancia, por lo que es un imperativo de solidaridad moral y política darle un futuro de esperanza".
 
Para el presidente de la República Italiana, Carlo Azeglio Ciampi, el problema se centra en un mundo que es capaz de invertir 900.000 millones de dólares al año en armas, cuando 10.000 millones serían suficientes para afrontar la epidemia en los países pobres.