El lugar tiene uno de los primeros idiomas escritos del ser humano y el origen de los caracteres chinos de hoy en día.

Arqueólogos chinos descubrieron recientemente siete fosos para carruajes y caballos enterrados en las famosas ruinas de Yin, que está en la ciudad de Anyang, de la provincia central china de Henan.

Se indicó que los siete pozos, así como tres tumbas de tamaño mediano, fueron descubiertos en el extremo occidental de las ruinas de Yin en Anyang, la entonces capital de la dinastía Shang (1600 a.C–1100 a.C., también conocida como la dinastía Yin), unos 500 km al sur de Beijing.

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Asimismo, los arqueólogos desenterraron una espada de bronce de unos tres mil años de historia. El arma, de doble filo, tiene unos 35 centímetros de largo, según fuentes de la Administración de Reliquias Culturales de Henan.

También se hallaron 30 puntas de flecha de bronce en el mismo pozo.

En las tumbas se descubrieron una docena de alabardas de bronce, un carillón de piedra y más de 20 puntas de flecha de bronce.

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Con una superficie de 30 kilómetros cuadrados, las ruinas de Yin fueron descubiertas por un arqueólogo chino en 1899, donde se han encontrado más de 150 mil piezas de inscripciones talladas en los huesos oráculos, así como más de 10 mil objetos de bronce, jade, porcelana y hueso.

Primeros idiomas
Estas inscripciones fueron consideradas como uno de los primeros idiomas escritos del ser humano y el origen de los caracteres chinos de hoy en día.

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En esa localidad se pueden ver los restos de la que fue una gran capital, con sus palacios, cementerios, residencias civiles, un taller de fundición de bronce y lugares de culto.

El gobierno de la ciudad de Anyang solicitó el pasado día 16 a la Organización de las Naciones Unidas  que incluya las ruinas de Yin en la lista de patrimonios culturales del mundo.

Estas  ruinas  son las de la capital de las postrimerías de la dinastía Shang. Se las elogia como el “museo subterráneo” de la historia de Shang.

La escritura grabada sobre el caparazón de tortuga o sobre huesos de animales desenterrada en las ruinas de Yin, la que está en papiro del Egipto antiguo y la escritura en tablillas de arcilla de Babilonia son conocidas como las tres  más antiguas del mundo.

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