Durante 52 años ha laborado en el ingenio Valdez en el oficio que es su pasión: el cuidado de los caballos.

Su bienvenida la da con una camisa de cuadros, pantalones jeans, botas con espuelas, un sombrero y lo que más destaca: una amplia sonrisa. Joffre Suárez es un personaje dentro del ingenio Valdez, donde trabaja 52 años continuos.

Él es mayordomo de vaquería y revela que su máxima afición son los caballos, tanto así que a los 5 años ya montaba, según relata.

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Oriundo de Playas de Vinces (Los Ríos), Suárez llegó a vivir en Milagro a la edad de 8 años, a un sector llamado Las Cuatro Casas, cerca de la Y (en la vía Yaguachi-Milagro).

Relata cómo es su vida dentro del ingenio y mientras lo hace, no deja de acariciar a Rosillo, su caballo, que está ataviado con correajes que usa para eventos especiales.

Pese a que tiene 79 años, en ningún momento su memoria lo traiciona. Recuerda números, fechas y horas con exactitud. “Entré a trabajar a Valdez el martes 6 de agosto de 1953, me inicié como estribero (el encargado de instalar la montura y otros implementos al caballo)”.

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Lleva un inventario –que él diseñó– de las reses que debe cuidar en la vaquería. Tiene libros de registro de los nacimientos de los animales y solo con verlo sabe quién fue la madre de tal o cual ternero.

Cuenta que el mejor momento para entrenar a un caballo es en la noche cuando el animal aprende con mayor facilidad a realizar destrezas, aunque acepta que algunos son rudos y demora en ‘educarlos’.

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Ha tenido cinco caballos: Topo Gigio, Estampilla, Lucero, Mendigo y Rosillo, a quien considera manso.

Al hablar de Topo Gigio la voz se le entrecorta y fija su mirada en el suelo. La nostalgia lo envuelve, parece que fuera a llorar. “Estuvo cinco años conmigo; después de una castrada hace dos años, se atascó en un palo, se desangró y murió. Todavía lo extraño”.

Al mencionar a sus caballos lo hace con tal orgullo que parece que hablara de uno de sus 16 hijos, pues los considera así, sus hijos.

Suárez detiene el paso de sus compañeros, a quienes atrae el improvisado espectáculo de hacer sentar a su caballo y pasar él entre las patas de este animal.
Por unos minutos dejan a un lado sus ocupaciones para observar al mayordomo y su caballo.

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Recuerdos
“Yo le ensillaba el caballo a mi patrón, don Edmundo Valdez Murillo (fundador de este ingenio)”, dice.

“Fui vaquero hasta 1975, de ahí ayudante de mayordomo y luego pasé a ser mayordomo de vaquería, hasta hoy”.

Joffre Suárez acaricia el cerquillo de su caballo y mientras lo hace sonríe y dice que antes no había maquinarias y se trabajaba solo con bueyes.

VIVENCIAS

TROFEOS
Joffre Suárez ha participado en diversos rodeos dentro y fuera del Litoral, donde ha ganado 58 trofeos.

GAMARRILLA
En sus momentos libres, Suárez confecciona gamarrillas (cabos de colores hechos con soga y mechas del caballo), que sirven de adorno para el equino.