La empresa Interagua envió ayer un vehículo hidrocleaner a la Penitenciaría del Litoral para limpiar las alcantarillas y bajar el nivel de aguas servidas, situación que el martes pasado causó el amotinamiento de reos, la muerte de uno de ellos identificado como Abraham Cárdenas Ortega, y la fuga de otros dos.

El director (e) de la cárcel, Eddy Henríquez, dijo que se enteró a las 16h00 del martes, durante el conteo de reclusos, que dos habían huido. Los prófugos son: Sylla Oumar (africano) y Miguel Pérez Galarza, presos por tráfico y tenencia de drogas en el pabellón de Renacimiento.

El carro de Interagua llegó ayer a las 10h30 y permaneció en el reclusorio hasta cerca del mediodía. Según un comunicado de la empresa, por primera vez se cobró este servicio (128 dólares la hora) al reclusorio, para “ir poniendo un freno a la imprevisión” de sus funcionarios.

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Según Interagua, el centro carcelario mantiene con ellos una deuda de 5 millones de dólares, y a pesar de esto se desperdicia el 700% del líquido que realmente necesitan.

Al respecto, Henríquez negó que se desperdicie el agua y afirmó que la institución paga 219,54 dólares mensuales por alcantarillado. Interagua aclaró que el reclusorio sí paga ese valor, pero por alcantarillado pluvial (aguas lluvias) y no por alcantarillado sanitario, que fue el que colapsó en la cárcel.