Adecuar los ambientes de una casa con aromas sencillos y cálidos brinda comodidad a cualquiera. ¡Hágalo!

Los sentidos juegan un papel relevante para hacer de un hogar un ambiente cálido.

¿Y cómo el diseño puede ayudar al hombre y a sus sentidos? A través de  su equilibrio,  composición,  contraste y  proporción que  se unen para regalar al hombre el ambiente que él espera, que sus sentidos requieren.

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Sobre el olfato: ¿Cómo relacionar el ambiente con sus elementos y formas con la acción de respirar?... Nuestra respuesta: los aromas.

Cada olor evoca un momento de nuestras vidas, un recuerdo hermoso y podemos recurrir a olores agradables que nos relajen y que, a su vez, le den distinción al ambiente.
 
En la cocina podemos evocar olores de naranjas recién exprimidas o granos de café molido, estos pueden adquirirse como esencias o incienso.

Para el dormitorio el aroma de lavanda ayuda a relajar el cuerpo y tener así un mejor descanso, otra opción puede ser esencias de madera de rosa o brisa marina.

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Para los lugares de conversación o tertulia, se pueden usar aromas como el dulce de tabaco de pipa.

Los ambientes infantiles deben llevar impreso un espíritu de juego, a través de olores frutales como tutti fruti o banana.

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En jardines o quizás un balcón amplio, se puede acceder a plantas aromáticas que envuelven con sus olores naturales estos espacios de forma armónica. Por ejemplo, el cultivo de albahaca o el uso de anís.

Otro aspecto relevante es la  iluminación, a través de esta podemos dar color y vida a nuestros ambientes.

Y si se quiere dar una buena impresión debe ofrecerse una completa iluminación, puede ser con una lámpara de mesa o de pie. 
 
Con las lámparas podemos regular la intensidad envolviendo el lugar con tonos brillantes y tenues dándole contraste y vida.

En el  dormitorio es recomendable utilizar lámparas, sin embargo, se pierde comodidad al momento de la lectura. Por ello es preferible usar aquellas que cuentan con brazos movibles para dirigirlas hacia el punto donde necesitemos la luz.

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En la cocina y baño es bueno recurrir a luces halógenas y fluorescentes. En caso de contar con una mesita en la cocina es bueno tener una lámpara colgante, pues regala armonía, de igual forma puede ser aplicada en el comedor.

En el baño, los halógenos dan una buena iluminación general y además permiten jugar con varios de ellos.

Y para desarrollar el tacto se necesitan texturas ya sea en las paredes o en los artículos que decoran nuestros muebles.

En la pared están las cenefas creadas por nosotros mismos y que rompen con la monotonía de un solo color y dan un relieve casi imperceptible a nuestra visión pero no a nuestro tacto.

Las texturas de las telas de los muebles pueden usarse en los cojines que los adornan  con varios colores y diseños.

Texto: Arq. Érika Palacios H.
Teléfono: 09-868-0778